Una tarde, mientras disfrutaban de los últimos días de verano y soñaban con el futuro. Isabella se encontraba sentada en la mesa del comedor junto a Draco y sus padrinos. Estaban terminando de comer, de hecho iban por el postre: un sabroso helado de menta preparado por Dobby, el elfo doméstico. Isabella había colaborado en su elaboración, como siempre hacía cuando su padrino estaba ocupado en el despacho. Incluso Draco se había unido, aunque fuera a regañadientes.
— Padre —dijo Draco.
Lucius no contestó de inmediato, pero le dio una mirada severa, lo que indicaba que lo iba a escuchar.
— Falta un año para empezar el colegio —comentó Draco, con un tono de anticipación en su voz.
— Efectivamente, Draco —contestó Lucius, asintiendo ligeramente.
— Irás a Hogwarts, donde enseña tu padrino, cariño —comentó Narcissa, sonriendo a su hijo.
— Sigo pensando que deberían ir a otra escuela. Una mejor, como Durmstrang —les dijo Lucius, frunciendo el ceño.
— Ya te dije que no, Lucius. Esa escuela está muy lejos —respondió Narcissa, con firmeza.
— Bueno, al menos en Hogwarts está Severus —decía Lucius—. Porque Dumbledore, su director, es...
— ¡Lucius! —interrumpió Narcissa, lanzándole una mirada de advertencia.
— ¿Es qué, padre? —preguntó Draco, con curiosidad.
— Muy viejo —vaciló Lucius.
— Nosotros estudiamos ahí, estarán bien en esa escuela —dijo Narcissa.
— Ya quiero cumplir once años —dijo Isabella alegremente—. ¡Seguro mi padre es un gran profesor!
Lucius esbozó una leve sonrisa al escuchar la emoción en la voz de Isabella. Aunque no lo demostrara abiertamente, sentía un cierto orgullo por la amistad entre su hijo y la hija de Severus. Narcissa, por su parte, miraba a los niños con ternura, recordando sus propios días en Hogwarts y los recuerdos que vivió allí.
— Estoy seguro de que Severus será un excelente profesor para ambos —dijo Lucius, con un tono más suave.
Draco e Isabella intercambiaron miradas emocionadas, imaginando cómo sería su vida en Hogwarts. La expectativa de aprender magia y vivir nuevas aventuras llenaba sus corazones de felicidad.
— Severus quería la asignatura de Defensa Contra las Artes Oscuras, pero Dumbledore se niega rotundamente a dársela —comentó Lucius, con una nota de frustración en su voz.
— Estoy segura de que en algún momento se la dará —afirmó Narcissa, con confianza.
— Es cierto, Dumbledore confía mucho en Severus y definitivamente logrará convencerlo —sonreía levemente Lucius.
ESTÁS LEYENDO
Siempre estaré contigo • Draco Malfoy
Fanfiction❝Te juro que te amaré por siempre❞ Los mejores amores empiezan como mejores amigos y ellos siempre han estado destinados a amarse. Pero aunque no quieran aceptar lo que sienten, no podrán cerrar su corazón a lo que no quieren sentir por mucho tiempo...