Capítulo 46 • Familiares y confesiones

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Cuando la reunión termina, los jóvenes bajaron con los adultos. Isabella y Draco pensaron que era hora momento de irse, pero ellos aún podrían quedarse más tiempo.

— Bueno, cenaremos en la cocina —dijo Molly.

Solo que después Molly grita del susto porque los gemelos la hicieron asustar haciendo una aparición detrás de ella, así que los estaba regañando mientras Isabella y Draco esperaban a Severus. Pero la señora Weasley tenía otros planes.

— ¡Isabella! ¡Draco! Entren a la cocina. Severus les dio permiso de quedarse a cenar, me indicó que vendrá por ustedes más tarde —les dijo Molly.

— Gracias, señora Weasley —sonreía Isabella.

— De nada, linda —dijo Molly.

Isabella mira a Draco, ambos se quedaron viendo para poder conversar. Pero disimulando bien para que nadie pensará nada extraño, ya que solamente Hermione sabía que podían charlar de esa manera.

• ¿Y por qué mi padrino no se habrá quedado también? —le pregunta Draco.

• Ya lo escuchaste discutiendo con Sirius —dijo Isabella.

• ¿Entonces por qué quiso que nos quedemos? —pregunta Draco.

• Tal vez para que nos quedemos más tiempo con nuestros amigos, no lo sé —le dijo Isabella.

Lo que ha pasado es que, al verlos discutir, la señora Weasley había regañado tanto a Severus como a Sirius recordándoles que son adultos y debían comportarse.

Además que Molly le ha asegurado a Severus que Isabella siempre tendría otro hogar donde los Weasley, lo que hizo que se convenciera de que debía permitirlo para que más personas sean cercanas a ella y la protejan. No solamente los Malfoy porque aunque son sus padrinos y confía en ellos para encomendarles la seguridad de su hija, son tan leales al Señor Tenebroso que no sabía que podría suceder después. La vida de un mortífago de cualquier modo es muy insegura, pero desea que ellos sí sobrevivan a lo que está por venir. Aún si él no lo logra.

Severus es consciente de que al ser un doble espía su vida corría peligro. Entonces si algún día a Isabella le faltara la presencia de su padre, tendría la tranquilidad de que su hija no estará sola porque tiene cerca a ella mucha gente que la aprecia y proteje.

La Orden del Fénix también podría estar entre esas personas porque dan su vida para salvar a otros. Igual que los Malfoy, en especial Narcissa y Draco, que protegen siempre a los suyos y cuidan a los que aman.

Mientras tanto, los señores Weasley se acercaban a Harry. Pero a quien el muchacho quería saludar es a Sirius porque no lo dejaron cuando llegó.

— ¿Seguro qué estás bien, Harry? Nos preocupas —le dijo Arthur.

Siempre estaré contigo • Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora