Capítulo 118 • Los gritos de tortura

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Después de que tomaran el Ministerio de Magia bajo su poder fue el ataque a la boda de Bill y Fleur. Bellatrix había querido llevarse con ella a Isabella para que sea su primera misión junto a los mortífagos. Pero Narcissa se lo había impedido. 

— ¡No te la llevarás, Bella! —exclamó Narcissa.

— ¿Por qué no? Yo sé que ella quiere ir —sonreía Bellatrix.

— Eso ella no lo decide, aún es una niña —le dijo Narcissa.

— Pero ya tiene la mayoría de edad, no necesita el permiso de su padre o de su madrina —dijo Bellatrix.

— Yo no me refería a eso. Ella no lo decide. Ni yo. Ni tú. Ni Severus. Eso lo decide el Señor Tenebroso. ¿Creés que si él quisiera que Isabella se uniera a los ataques, no se lo habría ordenado? —inquirió Narcissa.

Bellatrix la miró con gesto inescrutable, la familia no estaba en condiciones de tomar decisiones por su cuenta. Por lo tanto, se limitó a responder con fastidio. 

— Está bien. Será para en otra, querida —le dijo Bellatrix.

— Muy bien, Bella. Pero me contarás todo cuando regreses —sonreía Isabella.

Bellatrix le sonrió con malicia antes de salir de la habitación. Segundos después, Draco tocaba la puerta de la habitación y entró tan pronto como Isabella hubo gritado «Pasa».

— Es muy arriesgado lo que haces, mi niña. Ella no se detendrá hasta llevarte —le decía Narcissa.

— Debo ganarme su confianza para ayudar a mis amigos —le dijo Isabella.

— Lo sé. Pero conozco a Bella, ella no se rendirá hasta verte torturando a alguien —previno Narcissa.

— Sí, pero estoy dispuesta a hacer todo lo que implique —dijo Isabella.

— Ni lo intentes, madre. Nunca podrás hacerla cambiar de opinión, ella está decidida —le dice Draco.

— Sin duda, eres tan terca como tu madre —le dijo Narcissa.

— Eso debe ser algo bueno —sonreía Isabella.

— De todas formas, yo también trataré de sacarle información a mi hermana —dice Narcissa.

— Muchas gracias, Cissy —dijo Isabella.

— Ahora preferiría que se queden juntos aquí está noche. El Señor Tenebroso vendrá y no está muy contento con el prisionero —explica Narcissa.

— ¿Con Ollivander? —preguntó Draco.

— Vendrá a torturarlo más aún, ¿cierto? —preguntó Isabella.

Siempre estaré contigo • Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora