❝Te juro que te amaré por siempre❞
Los mejores amores empiezan como mejores amigos y ellos siempre han estado destinados a amarse. Pero aunque no quieran aceptar lo que sienten, no podrán cerrar su corazón a lo que no quieren sentir por mucho tiempo...
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Un par de días después, Isabella estaba en la sala de su mansión y tenía en sus manos el libro del Principe Mestizo. Aún no le había dicho a su padre que lo tenía pero estaba feliz por haber podido encontrarlo para guardarlo en un lugar más seguro.
Ahora se lo estaba mostrando a Draco, mientras le contaba como lo había recuperado después de que Harry en compañía de Ginny lo dejaran en la Sala de Menesteres.
— Así que este libro era lo que ayudaba a Potter para ser el mejor en Pociones —dijo Draco.
— Y sin saber que le pertenecía a mi padre —contaba Isabella.
— Yo estaba seguro de que Potter no podía ser repentinamente tan buen alumno en Pociones cuando siempre fue pésimo —le decía Draco.
— Y por eso no quería devolver el libro —dijo Isabella.
— Como quisiera que Slughorn se entere que su favorito en Pociones era un gran tramposo.
— Según me enteré, gracias al libro Harry supo que darle un bezoar a Ron le salvaría la vida...
— Mi padrino nos enseñó eso desde nuestro primer curso, si Potter hubiese prestado más atención lo sabría desde ese entonces —se quejó Draco.
— Sí, tienes razón —asintió Isabella.
— Pero nunca prestaba atención.
— Además de que Harry fue muy imprudente con los hechizos que hay en el libro, usarlos sin saber sus efectos...
— Pero la verdad es que yo... Me lo merecía —confesó Draco.
— ¡No! Claro que no, Draco —negaba Isabella— Fue muy grave y verte así para mi fue... Sentí algo que nunca había sentido, creí que iba a perderte...
— Pero no me perdiste —le dijo Draco.
— Si hubiese sido así, no sabes de lo que habría sido capaz —le dijo Isabella.
— Me hago una idea por como casi le atraviesas la garganta a Potter con tu varita —recordó Draco.
— Estaba furiosa con Harry, y aún lo estoy —dijo Isabella.
...
Ese mismo día, Severus había regresado para darles la noticia de que Lucius acababa de salir de Azkaban. Además de que mañana iba a llevarse a cabo la tan esperada reunión con el círculo de mortifagos más cercano de lord Voldemort.
— Por lo tanto, hoy deben irse a la Mansión Malfoy —les decía Severus.
— ¿Y tú, papá? —le preguntó Isabella.
— Estaré ahí mañana, tengo que llevarle cierta información al Señor Tenebroso —dijo Severus.
— ¿Qué información? —preguntó Isabella.
— El dato sobre cuando será trasladado Potter por la Orden desde su casa hacía un lugar seguro —contó Severus.
