❝Te juro que te amaré por siempre❞
Solo juntos podrán desentrañar el misterio de sus corazones para descubrir si lo que sienten mutuamente es realmente verdadero y poderoso.
Además...
Quien logra descifrar las señales del destino tiene en sus man...
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Draco no la pasó nada bien durante su tercer curso en Hogwarts. Veía cada vez menos a su mejor amiga y eso lo tenía molesto. Seguía con el capricho de irse a Durmstrang, pero no podía. Aunque se comunicaban por cartas, la distancia y la falta de contacto directo con Isabella solo aumentaban su frustración, haciendo que sus días en Hogwarts se sintieran más solitarios y difíciles de soportar.
Su mal humor hizo que ese año hiciera algo impulsivo, lo que resultó en que él mismo terminara herido.
—¿Te duele mucho, Draco? —preguntó Pansy con preocupación en su voz.
— A veces. Pero tuve suerte, la señora Pomfrey dijo que pude perder mi brazo y es muy posible que no pueda hacer ninguno de mis deberes durante semanas —le decía Draco.
Blaise, que estaba sentado al lado de Pansy los escuchaba y entonces se unió a la conversación, no era amigo de Draco pero si de Pansy.
— Sí, seguro. Como si la señora Pomfrey no te hubiera curado ya esa herida —le dijo Blaise.
—¿Y a ti quién te dio permiso de opinar, Zabini? —cuestionó Draco, frunciendo el ceño.
—¿Permiso? Yo no necesito el permiso del principito de Slytherin para opinar, Malfoy —replicó Blaise, con una sonrisa desafiante.
—Ya no empiecen —intervino Pansy, tratando de calmar la situación.
—Zabini empezó —gruñó Draco, cruzando los brazos con irritación.
—Yo no soy el que anda con un humor de los mil demonios —comentó Blaise, encogiéndose de hombros.
—¿Por qué se llevan tan mal? —preguntó Pansy, mirando a ambos con curiosidad.
—Que Zabini sea tu amigo no quiere decir que va a ser el mío —respondió Draco con frialdad.
—Yo no dije nada, ahí está la respuesta —replicó Blaise, con una sonrisa irónica.
—Yo sí creo que serían buenos amigos —dijo Pansy, tratando de mediar.
—Sí, claro —se burló Draco, rodando los ojos.
—Lo que a Malfoy le molesta es que yo no lo alabo como Crabbe y Goyle. Al contrario, le digo lo que realmente tiene que escuchar. Como ahora, que le digo que mejor deje en paz al hipogrifo y acepte que fue su culpa que lo haya atacado —dijo Blaise, con tono firme.
—Blaise tiene razón, Draco. Deberías parar con esto —añadió Pansy, con un tono conciliador.
—No digan tonterías —dijo Draco, mostrando una expresión de irritación.
El rubio se levantó de la mesa, visiblemente molesto, y se alejó a zancadas. No estaba dispuesto a escuchar sus discursos sobre lo que debería o no hacer. En su mente, utilizar la excusa del ataque del hipogrifo podría ser la clave para que sus padres lo sacaran de Hogwarts y finalmente pudiera ir a estudiar a Durmstrang con Isabella.