❝Te juro que te amaré por siempre❞
Solo juntos podrán desentrañar el misterio de sus corazones para descubrir si lo que sienten mutuamente es realmente verdadero y poderoso.
Además...
Quien logra descifrar las señales del destino tiene en sus man...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
✷ · ˚ * . * * ⋆ . · ⋆ ˚ ˚ ✦ ⋆ · * ⋆ ✧ · ✧ ✵ · ✵
Isabella seguía en su habitación junto a Draco, no quería salir de ahí. Era mucho lo que se había enterado en un día.
Pero el día aún no terminaba.
Escucharon un chasquido y segundos después, Dobby se encontraba frente a ellos.
— ¡Dobby! —le dijo Isabella, acercándose.
— La señorita Hermione le ha pedido muy amablemente a Dobby que viniera para saber como están —les dijo Dobby.
Isabella se dio cuenta en ese momento, que con todo lo que ha pasado ya no le había escrito a Hermione.
— Estamos bien. ¿Cómo están Her, Harry y Ron? —preguntó Isabella.
— Están en Cabeza de Puerco, el señor Aberforth Dumbledore los ayudará a entrar a Hogwarts —informó Dobby.
— ¿Aberforth Dumbledore? —preguntó Draco.
— Sí, Draco, sí. El hermano del profesor Dumbledore —le dijo Dobby.
— ¿Dumbledore tenía un hermano? —preguntó Draco.
— Sí, también tenían un hermana. Dobby, ¿para qué entrarán a Hogwarts? —preguntó Isabella.
— Harry Potter dijo que la Diadema se encontraba ahí —contaba Dobby.
— Por supuesto que debe estar ahí, es donde realmente pertenece. Seguro le pedirá al Ejército de Dumbledore que lo ayuden a buscarla, el problema son los Carrow —decía Isabella.
— ¿Cómo entrarán a Hogwarts, Dobby? —preguntó Draco.
— Hay un túnel secreto que conecta Cabeza de Puerco con Hogwarts —dijo Dobby.
— Perfecto, tienen que encontrar esa Diadema —dijo Isabella.
— Dobby debe irse, Harry Potter podría necesitar la ayuda de Dobby.
— Está bien, Dobby —asintió Isabella.
Entonces, Dobby se desaparecía con un chasquido. Fue cuando Isabella miraba a Draco, quien la conocía tan bien que ya sabía que quería decirle.
— ¿Quieres ir a Hogwarts? —preguntó Draco.
— Sí, definitivamente y no me harás cambiar de opinión —le dijo Isabella.
Draco la miraba a los ojos y asintió.
— Está bien, solo déjame avisarle a mi madre que vamos —dijo Draco.