Capítulo 43 • La noble y ancestral casa de los Black

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Severus Snape había llegado al Número 12 de Grimmauld Place junto a Isabella y Draco para la reunión con la Orden del Fénix.

Al acercarse, las casas vecinas, el número once y el número trece parecieron empujarse para revelar al número doce, con unas sucias paredes y unas mugrientas ventanas. Era como si de pronto, se hubiera inflado una casa más, empujando a las que tenía a ambos lados y apartándolas de su camino.

Subieron los desgastados escalones de piedra sin apartar los ojos de la casa que acababa de materializarse. La pintura negra estaba estropeada y arañada, y la aldaba de plata tenía forma de serpiente retorcida. Severus sacó su varita y dio un golpe con ella en la puerta. Se oyeron unos fuertes ruidos metálicos y algo que sonaba como una cadena. La puerta se abrió con un chillido.

Cruzaron el umbral y se sumergieron en la casi total oscuridad del vestíbulo. Olía a humedad, a polvo y a algo podrido y dulzón; la casa tenía toda la pinta de ser un edificio abandonado.

 Olía a humedad, a polvo y a algo podrido y dulzón; la casa tenía toda la pinta de ser un edificio abandonado

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Isabella mira a Draco, quien estaba con la nariz arrugada por el olor podrido del lugar. Pero por alguna razón, a Draco no le ha disgustado del todo aquella casa.

Oyeron un débil silbido, y entonces unas anticuadas lamparas de gas se encendieron en las paredes y proyectaron una luz, débil y parpadeante sobre el despegado papel pintado.

En algún momento, esa debe haber sido una gran entrada. Completa con retratos ornamentados en las paredes, pero ahora estaba con el papel pintado despegándose y la alfombra desgastada. 

Isabella vio al señor y la señora Weasley acercarse. Detrás de ellos había dos hombres más que ella no conocía todavía, pero ellos no se acercaron todavia ya que parecían muy entretenidos conversando juntos.

— ¡Isabella! Que bueno verte, linda —le dijo Molly.

— ¡Hola, señora Weasley! —saluda Isabella.

— Hola, Draco —lo saluda Molly.

Había un pequeño rastro de confusión en el rostro de los señores Weasley, pero se mostraron muy amables.

Siempre estaré contigo • Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora