Capítulo 38 • El deber de hacer algo

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A la mañana siguiente, Isabella y Draco despertaron temprano y se quedaron abrazados por unos minutos más, para conversar. Ese día era el último día en Hogwarts hasta septiembre.

— ¿Dormiste bien? —pregunta Draco.

— Casi no pude dormir —confesó Isabella.

— ¿Por qué no, preciosa? —le pregunta Draco acariciando su rostro.

— Siento como si hubiera algo que yo debería hacer, solo que no entiendo que es —explica Isabella.

— ¿Algo sobre qué? —pregunta Draco.

— Sobre... Cedric —admite Isabella.

— Tranquila, preciosa. No debes sentirte con el deber de hacer algo. No hay forma de cambiar lo sucedido, Isa —le dijo Draco. 

— Es verdad —asentía Isabella.

Isabella estaba tan confundida consigo misma, no entendía lo que sentía. Puede ser que sea debido a la culpa que la atormentaba por no advertirle a Cedric; incluso tal vez se estaba volviendo loca; o puede que sea algo mucho más importante, que podría cambiarlo todo si tan solo conociera todo el poder que ella posee...

— ¿Creés que estoy perdiendo la cabeza? —le pregunta Isabella.

— Claro que no, preciosa —repuso Draco.

— Yo creo que sí —dijo Isabella

Draco negó con la cabeza y luego le sonrió, para decirle:

— Mejor dame un beso.

Entonces Draco se acercó a Isabella y ambos se besaron. Se trataba de un beso muy intenso que podía ser el inicio de algo más. Así que el rubio empezó a recorrer su mano en la cintura de Isabella para después meterla debajo de su blusa haciendo que la castaña se detuviera y riera.

— Amor, ahora no. Debemos salir, seguro el profesor Dumbledore, reunirá a todos los alumnos —dijo Isabella.

— Está bien, preciosa. Lo que tú digas y cuando dices no, es no —le dice Draco.

— Por eso te amo —le dijo Isabella.

— ¿Por eso? ¿Qué hay de mi brillante cabello, mis perfectos ojos y mi gran personalidad? —sonreía Draco.

— Está bien, amo todo de ti. ¿Contento? —le sonrió Isabella.

— Contento —dijo Draco.

Ambos se levantaron de la cama para ponerse su uniforme. Y cuando casi estuvieron listos, Draco se le queda viendo a Isabella.

— Desde el primer día me encanta lo bien que te queda el uniforme Slytherin —le dijo Draco mordiéndose el labio.

Isabella terminaba de vestirse, mirando al rubio con una sonrisa. Entonces Draco no puede evitarlo y se acercó a ella para saborear sus dulces labios por unos segundos.

Siempre estaré contigo • Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora