Capítulo 72 • Bombarda máxima

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Todo marchaba bien con el ejército de Dumbledore, hasta el día que Umbridge perdió la paciencia y entonces llevo a cabo su plan de darle Veritaserum a una alumna para que dijera que estaban tramando. Y esa alumna fue Cho Chang.

Severus no pudo evitar que Umbridge encuentre el frasco de Veritaserum que guardaba. Sin embargo, se aseguró de que no alcance para volverlo a utilizar.

Ese día Isabella y Draco no pudieron asistir a la clase donde Harry al fin enseñaría el Encantamiento Patronus.

Ya que como Jefes de la Brigada Inquisitorial fueron llamados a la oficina de Umbridge para darles la gran noticia. Pero ellos aún no sabían nada, así que al entrar a la oficina y ver a Cho ahí que ni se atrevía a mirarlos, se dieron cuenta de lo que pasaba.

— ¡Isabella, Draco! ¡Ya lo sé todo! —dijo Umbridge.

Umbridge tenía una tonta sonrisa de triunfo y le brillaban los ojos con malicia. La pareja intercambió miradas antes de responderle.

— ¿Qué es lo que sabe, profesora? —le pregunta Isabella con serenidad.

— Los alumnos fueron vigilados durante días para al fin confirmar nuestras sospechas. Resulta que hay un denominado Ejército de Dumbledore practicando en este momento en una sala secreta en el séptimo piso, conocida como la Sala de Menesteres —dijo Umbridge. 

— ¿Qué quiere que hagamos, profesora? —pregunta Draco.

— ¿Vamos a esa Sala de Menesteres? —pregunta Isabella.

— Sí, voy por Filch y los otros miembros de la Brigada Inquisitorial. Mientras tanto ustedes lleven a la señorita Chang a la Sala De Menesteres, los veo ahí —les dijo Umbridge.

— Sí, profesora Umbridge —dijo Isabella.

— ¡Voy a demostrarle al Ejército de Dumbledore que nadie puede conmigo! —dijo Umbridge antes de salir de su oficina.

Isabella se acercaba a Cho, tenía que fingir su papel porque no sabía si en la oficina de Umbridge había algo que pudiera delatarla.

— ¡Ya la oíste, Chang! ¡Vamos! —le dijo Isabella en tono severo.

Cho se levantó de la silla en la que estaba, entonces Isabella la tomó del brazo. Estuvieron en silencio hasta que se alejaron de la oficina de Umbridge.

— Draco, lleva a Cho la Sala De Menesteres como dijo Umbridge —le pidió Isabella.

— ¿Qué harás tú? —pregunta Draco.

— Trataré de avisarles que salgan de ahí lo más pronto posible —repuso Isabella.

— No lo hagas, te puedes meter en más problemas —le dijo Draco.

— Debo hacerlo, no me meteré en problemas —afirmaba Isabella.

Luego empezó a correr, dejando a Draco preocupado. Draco tomó del brazo a Cho y la hizo caminar a la fuerza.

Siempre estaré contigo • Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora