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Aún no era el final, hay mucho más por venir que incrementaría su felicidad. Como la noticia que iba a recibir Draco un mes después de la boda, cuando estaban de visita en la Mansión Malfoy.
Hacía una noche tranquila, perfecta para la observación de los astros. Por lo que armaron un telescopio en el jardín, frente a la elegante fuente que había entre los setos.
— Draco quiero que busques la que se encuentra en el cielo del norte, ¿qué constelación es? —le preguntó Isabella.
Draco enfocaba pegando el ojo al telescopio. En definitiva, ambos extrañaban la clase de Astronomía.
— «Draco» es una de sus constelaciones vecinas —mencionaba Isabella.
Así que Draco sonreía, era muy bueno en encontrar las constelaciones por lo que ya sabía de cual le estaba hablando Isabella. Aunque aún no entendía la razón por la que Isabella le pedía que busque precisamente esa constelación.
— Es Lyra —repuso Draco.
— Lindo nombre, ¿no creés? Ese será el nombre de la pequeña que estoy esperando —le dijo Isabella.
Draco se le había quedado viendo, no reacionaba. realmente estaba procesando de las mejores noticias que recibía en su vida. Iba a ser padre. No había felicidad más grande que una noticia como esa. Entonces Draco abrazaba a Isabella tomándola de la cintura con tanta emoción que la levantaba en sus brazos. Los dos tenían radiantes sonrisas en sus rostros, seguros de que su felicidad juntos se multiplicaría con la llegada de una hija. Quien vendría para regalarles muchos momentos más de dicha a toda la familia.
— ¿Me estás diciendo que seremos padres, preciosa? —preguntaba Draco.
— Sí, amor. ¡Seremos padres! —exclamó Isabella.
— ¡Voy a ser papá! —gritó Draco.
— Serás un maravilloso padre, estoy segura —le dijo Isabella.
— ¡Cuando se lo contemos a mi madre, ella va estar muy feliz!
— Se lo diremos cuando tú quieras.
— ¡Ahora mismo!
— Claro, vamos.
Pero antes, Draco se acercaba para besar a Isabella tomándola de la cintura, mientras la luna iluminaba ese hermoso jardín que siempre iba a ser importante para ellos. Draco acariciaba suavemente el vientre de Isabella, donde ahora crecía su futura hija que sin duda se parecería a su madre.
Cuando se lo contaron a Narcissa ella rompió a llorar en lágrimas de felicidad, iba a ser abuela. Esa era la mejor noticia que podían darle, extrañaba tanto cuidar niños.
— Son lágrimas de felicidad, lo prometo —les decía Narcissa.
— Serás la mejor abuela, madre —le dijo Draco.
— De eso estoy segura —sonreía Isabella.
— Mi único hijo va a ser padre, estoy tan orgulloso —dijo Lucius con una radiante sonrisa.
— Finalmente voy a ser abuelo, se estaban tardando. Creía que yo mismo tendría que decirles lo mucho que deseaba que me den un nieto —les dijo Severus.
— ¿Ya han pensando en nombres? Un Malfoy debe siempre llevar un nombre digno de su apellido —les dijo Lucius.
— Sí, padre. Ya sabemos cual será el nombre de mi preciosa hija —dijo Draco.
— Lo sabemos desde hace mucho, padrino —le dijo Isabella.
— ¿Cómo saben que será una niña? —les preguntó Narcissa con una radiante sonrisa.
— Estoy segura de que será una niña —dijo Isabella.
— Siempre hay que confiar en nuestro instintos. Serás una maravillosa madre, mi niña —le dijo Narcissa.
— Lo sé porque tuve al mejor modelo de madre ejemplar a mi lado, Cissy —le dijo Isabella sonriéndole tiernamente.
— Gracias, mi niña —dijo Narcissa, con lágrimas resbalando de sus ojos.
Tanto Severus como Lucius los felicitaron, sin saber que ellos se convertirían en los abuelos más consentidores.
— Ya quiero ver a mi nieta corriendo alegremente por la mansión —dijo Lucius.
— Y yo transmitirle todo mi conocimiento cuando ella ingrese a Hogwarts —sonreía Severus.
— Van a consentirla mucho, estoy seguro —dijo Draco, radiante de alegría.
— Serán los mejores abuelos —les dijo Isabella.
Ella se acercaba a abrazar tanto a su padre como a su padrino, los quería tanto y en definitiva eran los mejores. Narcissa abrazaba a Draco, feliz de que su adorado hijo vaya a convertirse en padre. Ya no era un niño, ahora era un hombre que estaba formando su propia familia. Aunque, de todas maneras, siempre seria su niño.
Eran una familia, que había superado los tiempos difíciles. Ahora todo era felicidad, sus vidas han cambiado para bien y sin duda hay mucho más por venir.
Así que nueve meses después, para ser precisos el veintinueve de agosto de 2003 nació una hermosa bebé. Justamente el mismo día que nació Lucero Smith, su abuela. La bebé tenía los mismos ojos que Isabella, lo que podía significar muchas cosas. La nombraron Lyra Eileen Malfoy Snape, su segundo nombre en honor a la abuela de Isabella que aunque no pudo conocer, seguramente era una gran bruja. Tal vez precisamente por eso o porque era su primera nieta, se convirtió en la adoración de Severus.
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Siempre estaré contigo • Draco Malfoy
Fanfiction❝Te juro que te amaré por siempre❞ Los mejores amores empiezan como mejores amigos y ellos siempre han estado destinados a amarse. Pero aunque no quieran aceptar lo que sienten, no podrán cerrar su corazón a lo que no quieren sentir por mucho tiempo...