Capítulo 93 • La Sala de los Objetos Ocultos

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Cuando Isabella volvía a la Sala Común de Slytherin junto a Draco y Blaise, ellos seguían hablando de lo sucedido en la clase de Pociones.
Isabella, por su parte, quería dejar el tema atrás. Obviamente había sido indignante, pero todo pasa por algo. Además, podría decirle a su padre que le prepare un frasco de poción Felix Felicis cuando pueda. Aún cuando haya que esperar seis meses para que estuviera lista, de todas maneras tienen que reparar el Armario Evanescente antes de actuar. Aunque era muy probable que Draco no iba a estar de acuerdo con pedirle ayuda al profesor Snape, a veces podía llegar a ser demasiado terco.

Desde lo sucedido en la clase, Isabella había evitado a sus amigos Gryffindor, aprovechando lo que pasó en clase para alejarse de ellos. A pesar de que, si no tuviera una verdadera razón, realmente no iba a molestarse con sus amigos por lo sucedido. Ellos lo sabían. Pero Harry tenía muchas dudas, Ron se mantenía neutral y Hermione no quería desconfiar de su mejor amiga.

— Parece que el profesor Slughorn ya conocía a Harry porque se veía tan encantando con su presencia —les decía Blaise— Y bueno como todos, ¿no? Con eso de que es «El Elegido» Si antes era una celebridad, ahora más. Espero que a nuestro amigo no se le suba la fama a la cabeza.

— Por su sonrisa triunfante cuando ganó, en definitiva ya se le subió —se quejaba Draco— Eso no habría sucedido si el profesor Snape siguiera dando la clase de Pociones.

— Me pregunto, ¿qué hará cuando se entere? —dijo Blaise.

— Ni se les ocurra contarle —les dijo Isabella negando con la cabeza.

— Mi padrino jamás habría beneficiado a ningún alumno de esa manera tan nefasta. Bueno, mucho menos a Potter —continuaba Draco.

— Isabella, le vas a decir que lo extrañamos como nuestro profesor de Pociones —pidió Blaise.

— Sí, claro —reía Isabella.

Isabella sabía que a su padre le daba igual que lo extrañen, estaba muy feliz con su nuevo puesto. Al fin había conseguido ser profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras y tendría que disfrutarlo al máximo porque era muy probable que solamente sea durante este curso.

— Slughorn es el peor —gruñó Draco.

— Me invitó al Club de las Eminencias —les contó Blaise.

— Espero que no hayas aceptado la invitación, Blaise —le dijo Draco.

— La acepté —murmuró Blaise.

— ¿Por qué? —cuestionó Draco, bastante enfadado.

— A nosotros también nos invitó a ese Club —mencionó Isabella.

Siempre estaré contigo • Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora