Capítulo 52 • Amistad

4.6K 341 7
                                    

✷        ·   ˚ *

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

✷        ·   ˚ * .      *   * ⋆   . ·    ⋆     ˚ ˚    ✦   ⋆ ·   *      ⋆ ✧    ·   ✧ ✵   · ✵

Camino a la primera clase de Defensa Contra las Artes Oscuras, se encontraron con el profesor Snape.

— ¡Papá! —lo saluda Isabella.

— Hola, padrino —dijo Draco.

— Buen día a ambos. Estaba buscándote, Isa. ¿Quieres explicarme sobre lo sucedido la noche de ayer? —pregunta Severus.

— Hechicé a alguien —responde Isabella—. Pero te prometo que no fue nada tan grave como en Durmstrang.

— Solo que es la primera vez que hechizas a alguien en Hogwarts, hija —le dijo Severus.

— Lo sé —asiente Isabella.

— Isa hizo lo correcto porque Daphne Greengrass se lo merecía —comenta Draco.

— No lo dudo, Draco. No la estoy regañando —le avisa Severus—. Yo le enseñé muchos hechizos, entre ellos los que yo mismo creé y estoy seguro de que sabe usarlos cuando la situación lo amerita.

— Aprendí del mejor Inventor de hechizos —sonreía Isabella.

— Un día de estos tendrán que enseñarme —dijo Draco.

— Sin embargo, antes de que vayan a clase. ¿Puedo saber que fue lo que dijo esa alumna para que la embrujes, Isa? —pregunta Severus.

— Habló mal de mi madre y de su casa —dijo Isabella.

— Daphne hizo sentir mal a Isa con comentarios desagradables sobre la muerte de mi madrina. Debes castigarla, padrino —le dijo Draco.

— Es lo que haré, pero ahora deben irse a clase —indica Severus.

Fue entonces cuando Isabella se va junto a Draco, continuando su camino hasta su salón. Sabían que Severus siempre evadía hablar sobre su esposa fallecida, pero su hija podía notar que la recuerda con tristeza.

Severus se había quedado donde estaba, desolado con la imagen de su querida Hufflepuff en la mente. Puede que haya gastado sus lágrimas en otro amor, pero quería volver a la noche en que conoció a la madre de su hija para tenerla a su lado una vez más.

Después de tantos años, la culpa que sentía por no haberla podido proteger permanecía tan profunda en él como los recuerdos. Memorias de una encantadora y admirable mujer que lo amó incondicionalmente. Lo que incluía, acompañarlo y permanecer a su lado cuando se sentía solo.

...

Por otro lado, cuando Isabella entra junto a Draco al salón de Defensa Contra las Artes Oscuras. Se sientan hasta atrás porque el rubio seguía molesto con Umbridge y además, a su novia no le emocionada esa clase. Otra historia sería si Severus Snape la diera.

Siempre estaré contigo • Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora