Deuz

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POV Mangle:
Deuz era un niño muy sensible y bajito q amaba la vida, la naturaleza y sobre todo, los trucos de los tragasables.
Una vez tratando de hacer lo mismo q estos casi se mata, por ello, sus padres le prohibieron ver cualquier circo o coger cosas punzantes, pensaron q había sido una especie de suicidio sin éxito.
Deuz no entendía el por qué de las prohibiciones, pero de igual forma lo aceptaba por q era un mandado de sus padres, ellos le exigían obediencia sobre todas las cosas o sino sería abofeteado por ellos.
Deuz creció con la idea de q los circos eran malos y peligrosos, siempre protestaba enfrente de estos para q la gente no entrara, aunque sin éxito.
Un día, como una macabra broma, sus padres hicieron un pequeño juego.
Pusieron en una nota q los integrantes del circo por el que protestaban los habían secuestrado, tan buena fue la nota q simularon una especie de sangre falsa y ka nota estaba medio escribir con un rallajo al final.
La cara del chico pasó a una aterrada con los ojos desencajados de ira.
Sus padres fueron a decirle, pero cogió un sable y fue al circo con la intención, claro está de matarlos a todos, como venganza, pero nada más entrar quedó atónito, era todo tan... Mágico? No, siquiera eso, era tan maravilloso q no tenía palabras.
Deuz tenía un vago recuerdo del circo, de cuando su verdadera mamá vivía, la de ahora sólo es otra pareja de su padre, el cual era demasiado manipulable y había cambiado su forma de ser y sus opiniones por ella.
Deuz miraba a todos lados, yo, la especialista en este tipo de cosas, ya q de pequeña me encantaban y paseaba por todos los del mundo, pensé en hablar un rato con el nilo, hacer una mano amiga lejos de mi casa.
-Hola.
-Ah!-me amenazó de repente con su sable.
-Wow...-toqué el sable con la yema de mis dedos.-Está bien afilado, eres tragasables?
-Q-qué?! No! Estoy en contra de los circos!
-Por q?
-Porque... Porque... Porque son peligrosos!
-No lo son.-Sonreí.
-Uh...-este se sonrojó, era un chico tierno.
-Tienes miedo?
-C-claro q no! No le tengo miedo a nada!
-Entonces ven, te voy a enseñar.-cogí su mano.
-E-eh?!
Me acerqué al tragasables de ese circo y los traté de presentar.
-Este es el tragasables del circo, este chico es...
-Deuz...
-Este chico es Deuz.
-Encantado.-murmuró este.
Al final hicieron buenas migas y el tragasables enseñó a Deuz sobre su trabajo.
De pronto los padres de Deuz irrumpieron en la sala y se llevaron a Deuz a base de golpetazos, ninguno pudo arreglarlo...
Sus padres, al ser tan estrictos le mandaron dormir durante toda la noche en una de sus celdas.
Yo conseguí colgarme entre estas para ver al nuevo amante del circo.
-Hola,Deuz.
-Hey! Eres tú, la chica del circo! Q haces aquí?
-Vine a verte, te golpearon fuerte.
-Bueno, un poco pero está bien, sabes q?
-No, dime.
-En el futuro voy a ser un tragasables!
-De veras?
-Si!
-Trabajarías en mi circo? En el futuro tendré uno.
-Sí! Me encantaría!
-Es una promesa.-murmuré cogiendo su meñique con mi meñique.-Vale?
-S-si!
Pasó el tiempo y sus padres lo echaron de allí por hacerse amigo del enemigo, es decir, tras haber jurado lealtad de niño, los había traicionado.
Esto fue a la edad de unos dieciséis y logré encontrar al chico entre las callejuelas, practicando sus artes de tragasables con personas callejeras del lugar.
-Parece q practicaste, Deuz.
-Quién-.-se me quedó mirando.-No lo creo, eres la chica del circo?!
-Sí, por cierto, se q ahora no sirve de mucho, pero mi nombre es Mangle.
-Mangle, un nombré tan bello como su portadora.-añadió besando mi mano.
-Hmm... Te acuerdas de nuestra promesa no?
-Claro! Cumplí mi parte, soy tragasables!
-Yo también cumplí la mía, tengo un circo.
-Bien, entonces a q estamos esperando?

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