Evanescente | ¹

15

Yoongi se alejó de sus amigos para conseguir un poco de intimidad.

Dejó la piedra que llevaba a un lado e hizo lo que necesitaba hacer desde hacía un rato. Cuando terminó de orinar, se arregló y volvió a coger la piedra.

Oyó un ruido.

Yoongi se dio la vuelta. Tenía a un infectado a pocos metros de él. Era un hombre adulto con la cara completamente desfigurada. Su aspecto daba mucha grima. El infectado le oía pero al no tener ojos, no le podía ver.

Yoongi agarró la piedra con fuerza y le dio un golpe contundente. El infectado cayó al suelo sin oponer resistencia.

El chico de Daegu estaba tan ocupado golpeando la cabeza de aquel ser, que fue demasiado tarde cuando se percató de que había otro infectado a sus espaldas. Apenas pudo evitar el mordisco empujando la piedra contra su boca.

El infectado se abalanzó sobre él y Yoongi cayó de espaldas al suelo.

Aquel ser se había tirado encima de él. Ese hombre pesaba con seguridad más de 100 kilos. Durante la caída también había dejado caer la piedra y aunque estaba a poca distancia de su cuerpo, no podía cogerla.

Yoongi no podía quitar las manos del rostro de su atacante. Su cuerpo era enorme y el chico luchó con todas sus fuerzas para evitar ser mordido.

Min Yoongi era hábil, eso ya lo había demostrado, pero no disponía de mucha fuerza física. Podía arreglárselas con tipos de su tamaño pero ese ser medía y pesada mucho más que él. Tenía que mantener su cara lejos de la suya.

Afortunadamente para él, el infectado no tenía brazos. Si hubiera tenido brazos, Yoongi ya habría muerto. Estaba seguro de eso.

Intentó gritar para avisar a sus amigos, pero no conseguía pronunciar ni una palabra. El peso de ese hombre le estaba provocando problemas respiratorios.

¿Por qué había sido tan descuidado? ¿Por qué se había confiado de esa manera? Por su despiste estaba a punto de morir.

No aguantaría mucho tiempo. Las fuerzas le estaban fallando.

Pensó en Taehyung.

Pensó en Seokjin.

Y también pensó en Jimin.

Yoongi no fue consciente de la llegada de sus amigos. Estaba demasiado ocupado manteniendo la cabeza del infectado lo más lejos posible de su rostro. Si flaqueaba, ese monstruo le mordería la cara.

Tenía los dientes afilados y ensangrentados. ¿A cuánta gente se había comido?

-¡Yoongi!- gritó Seokjin horrorizado.

Ver a su amigo en esa situación les había helado la sangre.

El infectado era enorme y lo tenía justo encima. El cuerpo de Yoongi quedó prácticamente cubierto entre tanta grasa. Solo alcanzaban a ver su rostro y sus brazos.

Jimin notó que se acercaban dos infectados más. ¿Por qué tenían que venir en ese maldito momento? Miró a Seokjin. El mayor tenía el terror escrito en la cara.

-Hyung, yo me ocupo de esos dos. Por favor, salva a Yoongi hyung.

Jimin no se lo había ordenado, no se lo había rogado. Se lo había pedido con confianza. Su voz estaba llena de confianza. Confianza hacia él.

Seokjin respiró profundamente.

Hasta ahora había estado evitando ese momento. Huyó cuando vio a su vecino, no luchó en el puente a pesar de que su ayuda les habría facilitado las cosas. Tampoco mató a los tres infectados que se habían cruzado con ellos en el bosque.