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Las expresiones de Jackson y Jihoon no podían ser más parejas. Ambos parecían estar viendo un ovni y no era para menos. Los dos jóvenes venían de una aldea modesta y ahora se encontraban dentro de un búnker de lujos extravagantes.

—Es desconcertante, ¿verdad?— dijo Namjoon justo en medio de ambos —Ya os iréis acostumbrando a esto.

Jaebum pasó a su lado sin decir ni una sola palabra. Youngjae en cambio se tomó su tiempo para despedirse de todos y ofrecerles su ayuda en lo que necesitaran. Yoongi actuó con cautela, mostrándose amable y dispuesto a trabajar con él. No quería que Youngjae supiera que lo había calado y aunque disimuló con maestría, mentalmente lo estranguló cien veces.

—Habéis tardado— Jungkook fue el primero en recibirlos, gracias al aviso que le hizo llegar una muchacha de la guardia. El maknae abrazó a Yoongi efusivamente, luego hizo lo propio con Namjoon —¿Estáis bien?

—En perfectas condiciones— aseguró el hermano de Taehyung —¿Y los demás?

—Todavía no saben que habéis llegado— Jungkook se sintió un poco desconcertado al ver solo a Jackson y Jihoon en el pasillo —¿Y la gente de la aldea?

—Ellos son los únicos supervivientes— Namjoon hizo un gesto con la mano para que sus amigos se acercasen —Te presento a Jackson Wang y Park Jihoon— los miró —Chicos, este es Park Jungkook. Un buen amigo y el hijo del jefe.

—¿A tu padre le pertenece esta nave espacial?— Jihoon abrió la boca como un buzón —¡Qué pasada!

—Es un búnker— le corrigió Jungkook con amabilidad —¿Por qué no os dais una ducha? Avisaré a los demás y nos reuniremos en el comedor. Tendréis hambre, ¿no?

—Estoy famélico— Jihoon se llevó las manos al abdomen.

—Yo voy a ver a Jimin— Yoongi apretó el hombro de Namjoon —¿Te encargas tú?

—Por supuesto— Namjoon asintió —Nos vemos en un rato.

Yoongi caminó por el pasillo del piso «V» pensando en lo que había sucedido en el exterior

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Yoongi caminó por el pasillo del piso «V» pensando en lo que había sucedido en el exterior. Estaba convencido de que Park Jongsuk había ordenado asesinarlo a sangre fría. Él era el único con razones para querer verlo bajo tierra.

A pesar de la gravedad del asunto, Yoongi no quería desvelarlo de inmediato. Lo haría, no ocultaría sus sospechas pero en ese instante solo deseaba ver a Jimin.

El chico entró en el dormitorio y lo encontró durmiendo sobre la cama. Una suave sonrisa se adueñó de su rostro mientras caminaba hacia él en silencio. Yoongi se paró a su lado, observándole con sosiego. Jimin estaba de costado, durmiendo en posición fetal, como solía hacer tan a menudo.

—Jiminie— susurró. No quería despertarle pero necesitaba hablar con él y oír su voz —Bebé, despierta— al ver que no reaccionaba lo movió un poco—Dormilón, ya estoy aquí.

Evanescente | ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora