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Taehyung y Jungkook intentaron hacerle volver en sí pero no fueron capaces. Hoseok seguía con la mirada perdida, repitiendo lo mismo como en un bucle. Su comportamiento asustó a los menores, sobre todo a Taehyung, que se sintió completamente indefenso ante la situación.

—Volvamos a casa— sugirió, intentando mantener la calma —Necesitas que te atiendan la herida y Hobi hyung... Quizá sus amigos sepan qué hacer.

El maknae no podía apoyar el pie sin sufrir un dolor intenso. La ayuda que le ofreció el hermano de Yoongi le habría venido bien, pero Hoseok estaba en un estado mucho más delicado que él. Jungkook decidió ir cojeando hacia la casa mientras Taehyung dirigía al mayor a través del bosque.

Aunque se encontraban cerca de su hogar, la vuelta se les hizo eterna a ambos, sobre todo porque no estaban en las mejores condiciones para enfrentarse a más infectados y el peligro seguía acechando entre los árboles.

El alivio fue enorme cuando entraron por la puerta. Jungkook soltó a Mellie y cojeó hacia el sofá para tomar asiento entre varios cojines. El maknae resopló de dolor mientras veía cómo Taehyung sentaba a Hoseok a su lado.

—Voy a por los demás— dijo su amigo antes de desaparecer por las escaleras.

Jungkook miró a Hoseok. Seguía en un estado catatónico que daba verdadera lástima. Por mucho que le molestase el pelirrojo, verle así no le daba ninguna satisfacción.

Mellie gimoteó, llamando la atención del chico. La perrita estaba sentada en el suelo, justo al lado de su pierna herida, como si intentase protegerla de todo mal.

—No te preocupes pequeña— Jungkook sonrió a pesar del dolor —Ya ha pasado todo.

Taehyung no tardó en regresar con Namjoon y Eunha. Por el camino les explicó lo que estaba ocurriendo con Hoseok.

El mayor corrió inmediatamente hacia su amigo.

—¡Hobi!— lo agarró de los hombros —¡Hobi! ¿Me oyes?— el silencio fue la única respuesta que obtuvo de él —¿Cuánto tiempo lleva así?

—N-No lo sé. Puede que unos cinco minutos... O siete...— Taehyung tiró nervioso de la camiseta de tirantes que se había puesto —No estoy seguro...

Eunha se fijó en la camisa manchada de sangre que cubría la pantorrilla de Jungkook.

—¡Dios mío! ¡Estás herido!— se acercó a él —¿Qué te ha pasado?

—Nos encontramos con un psicópata en el bosque. Jungkook luchó contra él y lo mató pero tiene un corte en la pierna— Taehyung creyó hablar con calma pero en realidad estaba exaltado —No sé si es profundo... No sé si hay que coser... No tenemos con qué coser una herida grave... ¿Cómo vamos a coser una herida grave?

—Hyung, respira— le pidió el maknae preocupado —Tienes que calmarte.

Taehyung se mordió el labio inferior. Salir herido era una cosa, ver herido a una persona que amaba era algo muy diferente. Se estaba ahogando y no quería tener un ataque de ansiedad en ese momento. No delante de todos.

—Eunha, ocúpate de la herida del chaval— dijo Namjoon —Yo me encargo de Hobi.

La chica no perdió el tiempo y salió de la casa acompañada por Taehyung. El hermano de Yoongi no quería dejarla sola, no después de lo que habían vivido en el bosque.

La mirada de Jungkook se posó sobre el joven de cabello castaño ceniza. Era inevitable fijarse en la serenidad con la que estaba afrontando toda la situación.

—Estás muy tranquilo— afirmó Jungkook —No es la primera vez que le pasa esto, ¿no?

—No— admitió —No es la primera vez.

Evanescente | ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora