Jungkook miró el reloj de la mesilla; eran las 2:30 de la madrugada. Taehyung dormía a pata suelta en la cama de al lado, ajeno a lo que planeaba.
El maknae se levantó y entró sigilosamente en el cuarto de baño. Allí se puso la ropa de todos los días, un pantalón blanco de lino y una camisa a juego. Mientras colocaba el brazalete pensó en sus días de universidad, cuando vestía siempre de uniforme. La ropa del búnker era una versión más extrema y también más aburrida de aquellos días.
Jungkook bajó la vista al sentir un leve golpe contra su pierna. Mellie le miraba con cara de sueño.
—¿Por qué te has levantado, pequeña? ¿No quieres que me vaya?— la cogió en brazos —Volveré lo antes posible, te lo prometo— la perrita le lamió la mejilla —Vuelve a la cama con Tae, ya sabes que no le gusta dormir solo— Mellie estornudó; Jungkook sonrió.
El menor la llevó a la cama. Taehyung seguía durmiendo boca arriba, con las piernas despatarradas y los brazos apuntando en distintas direcciones. El maknae se mordió el labio, conteniendo la risa. Sus posturas solían ser de lo más graciosas.
«Sigue durmiendo bebé, vuelvo en un rato»
Después de dejar a Mellie sobre la cama y darle un beso en la frente a su novio, salió de la habitación en silencio. En el pasillo no vio ni un alma, lo que resultaba lógico dado la hora que era.
El chico pisó el ascensor pensativo.
«El laboratorio tiene que estar en un lugar donde pase completamente desapercibido»
Jungkook pulsó la última planta del búnker.
«Creo que ahí hay más probabilidades de dar con él»
Con ese pensamiento salió del ascensor, encontrándose en un pasillo ancho y oscuro. El lugar apenas estaba iluminado, la luz tenue parpadeaba dibujando distintas sombras sobre las paredes. El suelo no estaba cubierto de ningún material como el resto del búnker. Todo era de piedra.
«Esto parece una mina»
Aquel sitio le transmitió una sensación extraña. Jungkook avanzó con la mano cerca de la cintura. Por precaución se había llevado un cuchillo y lo tenía oculto, bajo la camisa.
Al fondo del pasillo se desviaba el camino. El olor de la derecha resultaba algo rancio y pesado. Jungkook decidió tomar el de la izquierda, que no estaba iluminado. Su instinto le decía que por allí encontraría lo que estaba buscando.
El menor se ayudó de la pared para caminar por el pasillo oscuro. No tenía miedo pero la impresión de estar recorriendo un lugar desconocido y encima a oscuras, no era precisamente agradable.
Jungkook pisó algo que le hizo estremecerse. Por el sonido repulsivo creyó que podría tratarse de una cucaracha, aunque no estaba seguro. El chico siguió avanzando hasta que vio un pequeño destello de luz.
Al girar la esquina se encontró con un aplique en la pared rocosa, alumbrando una puerta de metal. Cuando se dispuso a coger la manilla, oyó un ruido a su espalda que le hizo girarse inmediatamente.
—¿Quién anda ahí?— preguntó sin titubear.
Jungkook no obtuvo respuesta.
El hermano de Jimin abrió la puerta sin apartar la vista del pasillo. Al otro lado se topó con más oscuridad. Jungkook buscó la llave de la luz en la pared derecha. El chico no pudo disimular su sorpresa en cuanto la sala se iluminó.
—El laboratorio— dijo cerrando la puerta.
El tamaño de la habitación era grande, probablemente el triple de espacioso que el laboratorio del Doctor Gong. El sitio estaba repleto de estanterías, mesas de trabajo y herramientas. Jungkook fue caminando entre el mobiliario, detectando a su paso microscopios, cronómetros, pinzas de laboratorio, agitadores, mecheros, probetas, balones de destilación, embudos, placas de petri y una gran cantidad de instrumentos que desconocía.
ESTÁS LEYENDO
Evanescente | ¹
HorrorPark Jimin y Park Jungkook han ido a pasar el fin de semana a Daegu. Ambos hermanos están disfrutando de su estancia en la ciudad cuando un terrible suceso les obliga a luchar por sus vidas. ▪️Pareja principal: MYG + PJM | KTH + JJK ▪️Género: Dram...