Evanescente | ¹

118

—Lo siento, este no es trabajo para Usted, Señor Park.

Era la quinta vez que Jimin escuchaba esa frase ese mismo día. Se había recorrido dos plantas buscando un empleo pero nadie quería darle una oportunidad. Y no era por falta de experiencia, como cabría de esperar, la gente lo rechazaba por el simple hecho de ser hijo de Park Jongsuk.

—Seguro que el muy imbécil ya ha corrido la voz— el rubio iba echando pestes por el pasillo —Esto es una mierda.

Al girar por la esquina chocó con alguien y cayó de culo al suelo. Jimin alzó la vista; el chico que tenía delante rondaba el metro ochenta. Era de constitución musculosa; la camisa de lino resaltaba su imponente físico.

—Perdona— dijo el rubio —No te he visto.

—¿Estás bien?— el desconocido le tendió la mano.

—Sí, no ha sido nada— Jimin se dejó ayudar.

—Eres uno de los nuevos, ¿no? Nunca te había visto por aquí.

—Eh, sí, soy uno de los nuevos— se fijó en la cicatriz que cruzaba su ojo derecho —Parece que las noticias vuelan.

—No suele venir mucha gente por aquí. Sois la novedad— metió las manos en los bolsillos del pantalón —¿Te has perdido?

—No, solo estaba buscando trabajo— sonrió amigable.

—Pídele un empleo a tu padre. Te dará el que quieras.

—¿Cómo sabes quién es mi padre?— la expresión de Jimin se tornó seria.

—La gente dice que han llegado los dos hijos de Monsieur al búnker y tú llevas una "V" en el brazo— señaló el brazalete —Salta a la vista que eres uno de ellos.

Jimin no había caído en eso. Se sintió un poco tonto por no darse cuenta.

—Si no quieres pedírselo a tu padre puedo preguntar por ahí.

—¿Harías eso?— se sorprendió.

—Formo parte de la seguridad del búnker y mi trabajo consiste en proteger y cuidar a las personas de la comunidad. Eres parte de la comunidad, ¿no? Entonces debo cuidar de ti.

—No creo que todos lo vean así— opinó pensando en Hyojin y su compañero —Eres muy amable— el rubio sonrió más animado —Por cierto, me llamo Park Jimin.

—Lo sé— se acercó a él, quedando a muy corta distancia de su cuerpo —Eres famoso en el búnker.

El novio de Yoongi no retrocedió. Alzó la cabeza y le miró a los ojos. Estaba convencido de que medía lo mismo que Namjoon.

—Ya nos veremos, Park— le dedicó una media sonrisa enigmática.

A Jimin le desconcertó un poco su actitud. Al girarse y ver cómo se alejaba por el pasillo se fijó en su espalda. Su forma física invitaba a pensar que era bombero o militar.

—No me has dicho tu nombre— alzó la voz —¿Cómo te llamas?

—Son Hyunwoo— contestó sin darse la vuelta.