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Taehyung estaba ordenando la ropa del armario mientras hablaba con la perrita que jugaba sobre la cama con un osito de peluche.

—Puede que solo esté viendo lo que quiero ver, pero ¿y si tengo razón?— se dio la vuelta y la miró de reojo —¿Y si está celoso?

Mellie soltó el peluche y ladró.

—Lo sé, Mellie. Dije que me iba a olvidar de mis sentimientos y te juro que lo he intentado pero su comportamiento me confunde— colgó la última prenda y cerró el armario —A veces pienso que está celoso como amigo, pero otras veces me transmite señales muy diferentes. ¿Has visto cómo se comporta con MinMin?— se sentó encima de la cama y la miró —¿Y si es bisexual y todavía no lo sabe?

Mellie ladeó la cabeza mirándole con curiosidad.

—Supongo que eso es lo que me conviene creer pero es tan adorable cuando se cabrea— la perra volvió a ladrar —No, te juro que no le estoy poniendo celoso a propósito. Vale, quizás un poquito— se rió— Pero es que su actitud me intriga— Taehyung acarició la cabeza de la perrita —Si doy el paso y resulta que todo ha sido una fantasía mía, podría acabar con nuestra amistad. No voy a arriesgarme sin saberlo a ciencia cierta. ¿Lo entiendes?

La Shiba Inu saltó de la cama, corrió hacia la puerta y empezó a ladrar.

—¿Qué pasa?— Taehyung se levantó y abrió la puerta inmediatamente —¿Jungkook?

El maknae estaba en el pasillo, de espaldas, a pocos pasos de la habitación del mayor.

—Ah, eh— se dio la vuelta y le miró a los ojos —Venía a...— alzó un conejo de peluche —Esto.

—¿Es para Mellie?— se sorprendió —Mira, Jungkook te ha traído algo.

La perrita dio vueltas alrededor del menor, saltando e intentando coger el peluche. Jungkook se agachó y se lo dio. Mellie volvió orgullosa a la habitación, su nueva adquisición parecía gustarle.

—Lo encontré entre mis cosas y pensé que le vendría bien.

—¿Quieres pasar?

—¿Qué?

—Para ver cómo juega con el conejo.

—Claro— Jungkook entró y se sentó sobre la cama. Estaba un poco inquieto, su relación con Taehyung ya no era la misma de siempre y últimamente le costaba encontrar la forma de iniciar una conversación con él.

El conejo era el sexto peluche que le había regalado en el último mes y medio. Cuando todo lo demás fallaba, siempre terminaba recurriendo a Mellie. Afortunadamente para él, la perrita recibía todos los regalos con muchísimo entusiasmo.

—Tú y MinMin la estáis consintiendo demasiado— dijo mirándole a los ojos —¿Cuántos peluches tiene ya?

—Déjala. Es la princesa de la casa, se merece ser consentida.

—La estáis malcriando— suspiró —Pero yo tampoco me puedo resistir a esos ojitos— Taehyung le quitó el peluche y Mellie intentó recuperarlo.

Jungkook se les quedó mirando pensativo.

—Hyung, ¿quieres que me quede contigo?

—¿Esta noche?— le miró sorprendido.

—No, no, quiero decir mañana. Oí lo que le dijiste a mi hermano. Estoy seguro de que al final irá con Yoongi hyung por eso digo si... Si quieres que me quede yo contigo...

—¿Tú?— sonrió —Jungkook, tú estás deseando ir.

—No, qué va...

—No eres como los demás, ellos van porque no les queda de otra, tú en cambio estás deseando ver lo que ha sido de Busan. Eres demasiado inquieto y curioso como para quedarte esperando en casa.

Evanescente | ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora