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Yoongi estaba enfrente del ventanal mirando hacia afuera. El cuarto de baño de Jimin, que era idéntico al de Jungkook, le había sorprendido mucho. No solo por lo espacioso que era sino también por las vistas que había hacia el bosque. Visto desde allí parecía un lugar pacífico.

La habitación y el cuarto de baño eran casi tan grandes como su apartamento. El mayor del grupo vivía en un piso pequeño con Taehyung. Compartía habitación con su hermano y la cocina abierta no disponía de muchos metros.

Seokjin era el único al que solían invitar. Taehyung nunca llevaba a sus amigos a casa y Yoongi quedaba con sus ligues en hoteles de la ciudad. Había muy poco espacio en su piso y demasiado en la casa de la montaña.

Yoongi se había secado el pelo con una toalla y llevaba el albornoz blanco que había cogido de detrás de la puerta.

Salió del cuarto de baño y se acercó al armario de Jimin. Allí se encontró con muchísima ropa. Toda parecía de alta calidad y hasta los pijamas se veían caros.

«¿Qué hago?»

Tenía el permiso de Jungkook para usar la ropa de su amigo y estaba seguro de que a Jimin no le importaría, pero seguía siendo extraño rebuscar entre sus cosas.

Cogió una camiseta negra y un pantalón de chándal del mismo color. No le parecía bien vestirse con unos vaqueros ni usar otro tipo de ropa sin su permiso.

Abrió varios cajones buscando la ropa interior. Cuando acertó con el cajón, dudó por un instante. La imagen de Jimin en calzoncillos le vino a la mente. Lo había visto en el río y también lo había mirado mientras dormía sobre su regazo.

En ese cajón estaba todo lo que se solía poner. Justo cuando iba a meter la mano entró alguien por la puerta. Yoongi lo cerró de golpe y se apartó avergonzado. Sintió como se sonrojaba.

-Hyung, ¿te gusta el Ramen?

-¿Ramen? Eh, sí, claro- carraspeó un poco -Me gusta mucho- el mayor no se dio la vuelta. Estaba mirando por la ventana, disimulando la vergüenza que sentía.

-¿No usas ropa interior?- le preguntó el maknae al ver que solo sujetaba una camiseta y un pantalón en la mano.

-¿Cómo?- su pregunta le descolocó por completo.

-No has cogido calzoncillos, hyung- Jungkook abrió el cajón de la ropa interior y sacó unos bóxers negros del fondo. Todavía estaban en una bolsa de plástico y tenían la etiqueta puesta -Parece que te gusta el negro así que toma.

-Gracias- Yoongi los cogió pero no le miró.

-Mi hermano es adicto a la ropa. Te aseguro que la mitad de lo que tiene en ese armario está sin estrenar- se rascó la cabeza -En fin, voy a hacer Ramen. Seguro que tenéis hambre. ¿Le hago algo a Taehyung hyung?

-Por ahora no. Dejémosle descansar. Cuando tenga hambre nos pedirá algo.

-Vale- Jungkook se fue hacia la puerta -Os llevo la comida en un rato- le dijo antes de salir de la habitación.

A Yoongi todavía le latía el corazón con fuerza. Menos mal que Jungkook no podía mirar dentro de su cabeza. Habría sido un momento muy incómodo si llega a saber en lo que estaba pensando.

Miró los calzoncillos que le había dado el menor y suspiró.

«¿Qué demonios te pasa? ¡No es momento para eso!»

Se vistió con calma y dejó todo recogido antes de irse de la habitación. Entró en el cuarto de Jungkook sin hacer ruido y vio a su hermano tumbado en la cama. Parecía estar durmiendo profundamente.

Evanescente | ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora