Evanescente | ¹

52

¿Jungkook dejó a Taemin en silla de ruedas? Yoongi estaba muy sorprendido pero no tanto como su hermano pequeño. Taehyung se había quedado de piedra.

—Estuve allí cuando le dijo unas cosas horribles. Ese insecto no solo le rompió el corazón, también le dejó sin autoestima. Nunca había visto a mi hermano tan destrozado. Aunque sepáis lo que pasó, no es lo mismo escucharlo que vivirlo— apretó el puño con rabia —Ese tipo lo era todo para Jimin hyung. Se enfrentó a mi padre por él, le ayudó en todo durante dos años y él no dudó ni un segundo en humillarle y pisotearle— Jungkook se levantó y se giró hacia Yoongi —Encima ese desgraciado le amenazó. Dijo que nos daría todos los vídeos pero no lo hizo.

—¡Lo sabía! ¡Sabía que ese cabrón no iba a cumplir!

—Creyó que si me amenazaba me iba a acobardar. Pensó que yo haría todo lo que él quisiera, estaba convencido de que le obedecería para proteger a mi familia pero después de ver cómo dejó a mi hermano, lo único que quería era vengarme de él.

Taehyung conocía el pasado de Jimin, Jungkook se lo había contado todo mientras esperaban en el pasillo. Aunque entendía la rabia del maknae, le daba mucha pena escucharle hablar con tanto odio.

—Contraté a unos matones para que recuperasen la grabación y de paso le dieran una paliza.

—¿Cómo los contrataste?— preguntó Yoongi.

—El dinero es lo que tiene, siempre hay alguien dispuesto a hacer lo que sea por él— Jungkook no le dio más explicaciones —Les dejé claro que no debía morir, quería quitarle lo que más amaba. Ese debía ser su castigo.

Yoongi le miró a los ojos. Su expresión era dura y su voz sonaba muy calmada, no parecía tener ningún tipo de remordimiento.

—Podéis pensar que soy cruel por haberle destrozado su futuro pero lo que le hizo a mi hermano es imperdonable. No podía permitir que se fuera de rositas, ese tipo no merece vivir una vida plena y feliz.

—Yo habría hecho lo mismo que tú, Jungkook— dijo Yoongi sin un ápice de duda —Y sinceramente, me alegro de que te hayas encargado de él.

La expresión del maknae se volvió más suave. Estaba convencido de que Yoongi lo entendería. La opinión que le preocupaba no era la suya sino la de Taehyung. Jungkook no estaba arrepentido, su convicción respecto a tomarse la justicia por su mano era inquebrantable. Lo volvería a hacer, de eso estaba seguro, pero lo que no quería era causarle una mala impresión a su amigo. Conocía su manera de pensar y temía haberle decepcionado o incluso asustado.

—No me gusta la violencia— contestó Taehyung a los pocos segundos —Ni tampoco creo que tus formas hayan sido las más adecuadas— le miró a los ojos —Pero comprendo por qué lo hiciste.

El maknae se sorprendió. ¿De verdad le entendía? Por su mirada parecía que sí.

—Si llego a estar en tu lugar... No sé cómo habría reaccionado. Lo que os pasó es terrible— se acercó a Jungkook y le apretó el brazo —Pero una cosa es segura. Gracias a ti, ese tipo no podrá seguir haciendo daño.

Taehyung le sonrió para calmar un poco la tensión. Jungkook agradeció ese pequeño gesto, se sintió mucho más aliviado al tener el apoyo de ambos.

—Supongo que Jimin no tiene ni idea de todo esto, ¿no?— dijo Yoongi.

—No sabe nada y es mejor así. Conozco a mi hermano, se echaría la culpa de lo que hice y no estoy dispuesto a que lo haga.

—Entonces te guardaremos el secreto— prometió Taehyung.

Jungkook sabía que podía confiar en él, sabía que podía confiar en ambos. No quería mentirle a Jimin pero lo hacía por su bien.