Evanescente | ¹

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Las escaleras estaban a dos pasillos del despacho de Park Jongsuk. Jihyo no pudo adelantarse demasiado, a los pocos metros se cruzó con el primer infectado. La joven no se lo pensó dos veces y le pegó un tiro en la cabeza. El ruido de la pistola quedó amortiguado por el sonido de la alarma.

Sooyoung iba detrás de ella, arropando a un Jihoon completamente abatido.

Eunha cerraba la fila con la porra en alto. La aparición de unos infectados por su área petrificó a la muchacha. El recuerdo de su novio siendo devorado le impedía moverse.

—¡Eunha!

La voz de Sooyoung la hizo reaccionar. Eunha arremató contra el individuo más próximo, machacándole el cráneo ferozmente. Después golpeó a un hombre de mediana edad en el rostro.

Sooyoung volvió a respirar en cuanto aquellos seres dejaron de moverse. No obstante, la calma que sintió duró menos de lo deseado.

Una explosión alertó al grupo.

—¡Tenemos que darnos prisa!— vociferó Jihyo. El temblor había sido muy fuerte.

Jihoon no fue realmente consciente de cómo sus amigas luchaban por hacerse paso. El chico se echaba la culpa de la pérdida de su novia, a la que había conducido por el pasillo equivocado, llevándola hacia una muerte segura.

Si no hubiera sido por Minhyuk, Jihoon también habría encontrado la misma suerte.

Sooyoung fue testigo de la valentía de Yuqi. La muchacha se enfrentó a los infectados, protegiéndo a su pareja. También vio la desesperación de Jihoon y el sacrificio de Minhyuk, quien no dudó en dar la vida para ponerlos a salvo.

Eunkwang apareció por el pasillo cuando Jihyo disparó su última bala. El chico tenía los ojos inyectados en sangre y un profundo mordisco en el brazo. Eunha se quedó muy impresionada al verle en ese estado.

—¡Corred hacia las escaleras!— gritó Jihyo —¡Nosotras nos encargamos!

—Un último esfuerzo, Jihoon— Sooyoung apretó los hombros del chico —No te rindas ahora.

El joven observó impasible cómo sus amigas se enfrentaban a ellos. Eunha golpeó a Eunkwang en la cabeza pero se vio obligada a retroceder tras el primer impacto. El otro infectado, que era uno de los cocineros del búnker, se acercó tanto que estuvo a centímetros de cogerla. Jihyo le zurró con la culata hasta hacerle un hueco en el cráneo.

Sooyoung aprovechó el espacio libre que quedó entre ellos y echó a correr, tirando de Jihoon con todas sus fuerzas. Al cruzar la puerta se encontró con el suelo manchado de sangre, algunos objetos tirados pero ningún humano a la vista.

O eso creyó.

Jiyeon apareció entre la oscuridad rojiza, mostrando un semblante desconcertante. La chica de aspecto desmejorado, se tambaleaba levemente mientras bajaba varios escalones.

—Están... Y yo no...— dijo entre extrañas muecas —Vamos juntos...

Sooyoung se puso delante de Jihoon y alzó el brazo para que no se acercase a él.

—¡No te entiendo!— gritó —¿Qué quieres decir?

—¡Zorra asquerosa!— bajó el último escalón —¡Esto está pasando por tu culpa!

Sooyoung se sobresaltó al verla corriendo hacia ellos. La joven apartó a Jihoon de un empujón segundos antes de que Jiyeon se le echase literalmente encima.

Sooyoung cayó de espaldas, golpeándose la cabeza contra la pared. La chica ignoró el dolor y agarró las muñecas de su agresora, evitando que Jiyeon pudiese arañarle la cara.