Evanescente | ¹

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Jimin se mantuvo en la misma posición, disculpándose una y otra vez por lo que había hecho su padre. Yoongi se arrodilló a su lado e intentó que alzase el cuerpo pero el rubio se resistió.

—Mírame— tiró suavemente de él —Mírame, Jimin.

El menor tardó en seguir su petición. Sentía tanta vergüenza y pena que posar la mirada sobre su novio le costó mucho valor.

—Tú no eres él— dijo firmemente —Sus actos no reflejan los tuyos.

—Pero soy su hijo— contestó humillado —Lo que ha hecho...

—Lo ha hecho él, no tú— le interrumpió —Y yo no te voy a culpar a ti de las acciones de tu padre. ¿Entiendes?

Jimin bajó la mirada abrumado. Estaba convencido de que Yoongi se disgustaría y sin embargo le estaba consolando.

El mayor lo soltó y se sentó en el suelo, apoyando la espalda contra la cama.

—Ven aquí— hizo un gesto con la mano para señalar el espacio vacío a su lado —Anda, ven aquí.

Su novio parpadeó indeciso pero finalmente se acomodó a su izquierda.

—Tu hermano me ha contado lo que ha pasado— lo apretó contra su pecho —Entiendo que estés dolido pero no quiero que te culpes, Jimin. Tu padre tomó sus propias decisiones, él es el único responsable. Ni tu ni Jungkook tenéis la culpa de nada.

—Ha sido mucho de golpe— se abrazó a él con cuidado —Lo del virus... Lo de mi hermano... Lo de mis madres— aquello último le sonó raro pero Jimin quería mucho a Jaehwa, la mujer que lo había criado y también sentía cariño hacia Minah, aunque no la llegase a conocer.

—¿Y lo de tu primo?— Yoongi frunció el ceño —¿No es eso lo más raro de todo?

—Es increíble— su parentesco le hizo sonreír —Me gusta que Namjoon hyung lo sea. Le tengo mucho cariño.

—Creo que eres muy afortunado— le giró el rostro —Tienes un hermano que haría cualquier cosa por ti, un primo que te adora, amigos que te valoran. Sí, tu padre y tu abuelo son unos hijos de puta. ¿Y qué? Tus madres te querían muchísimo— le acarició la mejilla —Hay mucha luz en ti, mi amor.

—Yoon...— los ojos del rubio se llenaron de lágrimas.

—Jin no te culparía de nada. Es más, si estuviese aquí te habría dado un cabezazo a lo Zinedine Zidane— sonrió recordando un suceso de su pasado —Sé que estás dolido y que sientes que tu mundo se ha derrumbado, pero las personas que te amamos estamos a tu lado.

Jimin asintió lloroso, incapaz de pronunciar palabra.

—No tienes que soportarlo solo— lo abrazó firmemente —Soy tu familia. Apóyate en mí.

Yoongi le dejó desahogarse entre sus brazos. En ese momento no podía dejarse llevar por la ira que sentía hacia Jongsuk o el dolor que le provocaban las lágrimas de su novio. Aunque le partía el alma verle así, necesitaba mantenerse fuerte.

Yoongi le llenó de pequeñas caricias hasta que logró tranquilizarse. Cuando se calmó, Jimin lo ayudó a levantarse del suelo y ambos se tumbaron cara a cara sobre la cama. Por unos segundos solo se miraron a los ojos, dejando que el silencio reinase entre ellos.

—Tenía mucho miedo— pronunció el menor tomando su mano —Tenía miedo de que me dejaras...

—No te voy a dejar nunca— Yoongi besó su mano suavemente —Aunque entiendo tu temor. Yo también tuve miedo de que me abandonaras. En realidad siempre he creído que eres más de lo que merezco.