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-Abre la boca- le pidió Taehyung, y el maknae obedeció inmediatamente -Ahora muerde.

Jungkook mordió el envoltorio del preservativo que había sacado el mayor del bolsillo de su pantalón sin rechistar. No sabía qué pretendía y aun así le siguió la corriente; estaba demasiado excitado para perder el tiempo con preguntas.

-A ver cuánto te dura- sonrió con ese aire travieso que tanto le caracterizaba.

Jungkook observó con la respiración entrecortada cómo la boca de Taehyung se acercaba lentamente a su miembro. El primer contacto con su lengua le hizo estremecerse, con el segundo tuvo que aguantar las ganas de soltar el preservativo.

Taehyung se dedicó primero a pasarle la lengua por el pene de forma juguetona. Quería tomarse su tiempo, saborear el pre-semen de su chico y observar cómo cambiaba su rostro con cada lamida y lengüetazo. A su vez le acarició los genitales con la mano, contacto que hizo jadear al maknae a pesar de que seguía obligándose a sí mismo a mantener la boca cerrada.

Taehyung lo tomó dentro de su boca como había querido hacer muchas veces. Solo apartó la vista de Jungkook para cerrar los ojos y poder saborearlo con todos sus sentidos.

La sensación que le provocaba era tan electrizante, palpitante y embriagadora que el maknae solo pudo agarrarse a las sábanas y echar la cabeza hacia atrás. Sus gemidos se intensificaron cuando los movimientos de Taehyung se volvieron más rápidos. Con la creciente excitación fue incapaz de seguir mordiendo el preservativo y lo dejó caer sobre la cama.

Jungkook jadeó con total libertad y el mayor alzó la vista al escucharlo. Taehyung vació su boca y le siguió masturbando con la mano.

-Te lo dije- se lamió los labios -Sabía que no te iba a durar mucho.

El maknae le oyó pero no contestó. Estaba moviendo las caderas al ritmo contrario de la mano de Taehyung y así siguieron un rato, hasta que el mayor dejó de masturbarle y Jungkook le miró suplicando más.

-Date la vuelta.

Jungkook tomó aire. Tenía el corazón latiendo a mil por hora y el pene no dejaba de palpitarle. Todo su cuerpo le pedía más, todo su ser le pedía más. Quería seguir sintiendo su falo dentro de la boca de Taehyung; su cuerpo se contraía con el simple pensamiento.

El mayor tiró del brazo con impaciencia; tanto fue el impulso que sus rostros quedaron a la misma altura. La cara del maknae estaba roja, sus ojos brillantes y el aliento caliente. Taehyung se percató antes de besarle con puro deseo.

Jungkook invadió su boca con las mismas ganas y a su vez lo estrechó entre sus brazos. Taehyung dejó escapar varios gemidos, gemidos que le pusieron la piel de gallina al maknae.

-Te amo.

El chico de Daegu lo oyó alto y claro, y dominado por la pasión lo agarró de la nuca y le plantó otro beso mareante.

-Date la vuelta- repitió sobre su boca -Y ponte de rodillas.

Jungkook tragó saliva e hizo lo que le pedía.

Taehyung deslizó la mano desde el cabello del joven hasta su nuca y a continuación lo apretó sobre la cama, dejando su rostro presionado contra el colchón. Jungkook se sintió terriblemente expuesto. Estaba de rodillas, con el trasero en pompa y la cara pegada a la almohada.

Su respiración se aceleró incluso más cuando vio a Taehyung abandonar la cama y coger el lubricante que había dejado sobre la cómoda.

«¡Oh, joder! ¡¿Espera me va a...?! ¡Oh, joder!»

Evanescente | ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora