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Yoongi agarró el pomo de la puerta al escuchar cómo giraba la llave. ¿Taehyung de verdad los había encerrado allí arriba? En realidad no le importó demasiado aunque sí se sorprendió un poco.
En ese momento su única preocupación era el joven apoyado sobre el muro de la azotea. Yoongi se acercó en silencio. Solo quería hablar con él, aclarar las cosas y volver a la normalidad.

Jimin seguía tan ensimismado que no estaba prestando atención a lo que sucedía a su alrededor. Suspiró, se levantó y al girarse casi se choca con Yoongi.

—Hyung— dijo sorprendido —¿Qué haces aquí?

—¿Podemos hablar?— el mayor vio algo de duda en su mirada —Tae y Jungkook nos han encerrado aquí y no creo que nos dejen salir hasta que hablemos.

—¿Eso han hecho?

Yoongi estudió el rostro de Jimin, se veía preocupado, nervioso y un poco triste. El nombre de Lee Taemin le vino a la mente. ¿Todo esto se debía al beso o a esa persona?

Yoongi se había contenido muchas veces con él, había retrocedido en varias ocasiones pero hoy no actuaría así. Quería saber la verdad, necesitaba entender qué estaba sucediendo.

—¿Quién es Lee Taemin?— soltó de repente.

La expresión que se dibujó en el rostro del menor le encogió el corazón. Jimin no solo parecía sorprendido, también se veía disgustado y asustado.

—¿Te lo...? ¿Te lo ha contado Jungkook?— preguntó trabándose con su propia lengua.

—No me ha contado nada, solo me ha dicho que te pregunte por esa persona.

Jimin se sintió abrumado, no quería contarle su pasado, le daba miedo y vergüenza. Pasó al lado de Yoongi y caminó hacia la puerta de la azotea. Intentó abrirla, la golpeó varias veces con el puño pero de nada le sirvió. Quería desaparecer de allí y no podía.

Yoongi se quedó de pie mirándole desconcertado. ¿Por qué tenía tanto miedo? ¿Qué le había pasado para querer huir así?

—Maldito traidor— susurró para sí mismo —¿Por qué me haces esto?— Jimin golpeó la puerta con el pie. ¿Cómo le podía haber revelado el nombre de ese cabrón a Yoongi? Se dio la vuelta y suspiró enojado. Jungkook le había tendido una trampa. ¿Por qué tenía que meterse en sus asuntos? ¿Cómo se atrevía ese mocoso a hacerle algo así?

El rubio miró hacia su amigo, estaba de pie al lado del sillón gris observándole en silencio. Jimin se acercó resignado y tomó asiento en uno de los sillones. Yoongi se sentó a su lado sin decir ni una sola palabra.

El menor empezó a jugar con la tela de su pantalón. Intentaba encontrar la manera adecuada de iniciar la conversación pero no daba con ninguna. Yoongi sabía que le sucedía algo serio, sabía que todo tenía que ver con esa persona. Quería hacerle mil preguntas, quería saber qué demonios estaba pasando pero se contuvo, no quería espantarle.

Pasaron diez minutos en silencio hasta que Jimin se armó de valor y comenzó a hablar.

—Lee Taemin es mi ex.

Yoongi le miró de reojo. Esa revelación no le tomó por sorpresa, se lo estaba imaginado.

—Iba a la misma academia de danza que yo. Allí le conocía prácticamente todo el mundo. Era la estrella y la gran promesa, el chico más popular con diferencia. Todos nos fijábamos en él, todos queríamos ser como él.

No teníamos amigos en común y al ser dos años mayor que yo tampoco coincidíamos en ninguna clase. Solía admirarle desde la distancia. Su forma de bailar era única, te atrapaba con sus movimientos, con su pasión y talento. Era una inspiración para todos los alumnos y por lo tanto también lo era para mí.

Evanescente | ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora