Evanescente | ¹

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Al salir de la farmacia se encontraron con una horda de infectados caminando hacia ellos por una de las bocacalles del pueblo. Algunos pocos habían alcanzado el vehículo e intentaban llegar hasta la farmacia para devorar a los tres humanos que tenían enfrente.

-¿De dónde salen tantos?- preguntó Jungkook sorprendido -¿Cuántos hay? ¿Treinta?- el maknae le cortó la cabeza al extranjero que tenía delante.

-No tengo ni idea, han aparecido de repente- le contestó Jimin al mismo tiempo que le clavaba el cuchillo a una joven en la sien -Son demasiados, no podemos hacerles frente.

El grupo de infectados estaba cada vez más cerca, en pocos minutos estarían rodeados.

-¡No podemos entretenernos, hay que salir de aquí!- gritó Yoongi mientras extraía la hoja del sable japonés del cráneo de un hombre -¡Rápido! ¡Subid al coche!

Yoongi fue el primero en llegar hasta el vehículo. Se abrió paso usando la katana, degollando a dos hombres que le impedían llegar hasta la puerta del conductor y una vez dentro, no demoró en arrancar el motor del Hyundai.

Jungkook golpeó con la empuñadura a una adolescente que tumbó del impacto. Se metió dentro del coche y comprobó con gran agitación si las puertas y ventanillas de la parte trasera estaban bien cerradas.

Jimin fue el último en alcanzar el vehículo. Una mujer con la parte izquierda del cuerpo aplastado le intentó atacar desde un costado, pero el rubio consiguió esquivar su ataque y clavarle el cuchillo en la nuca.

Apenas tuvo ocasión de seguir su camino porque otro infectado, en esta ocasión un varón de mediana edad, trató de abalanzarse sobre él. Jimin consiguió evitarlo dando un salto hacia un lado. Le apuñaló en el cuello repetidas veces antes de salir corriendo hacia la puerta del coche.

Cuando la abrió y se sentó dentro del vehículo, una infectada se le tiró encima.

-¡Hyung!

-¡Jimin!

El rubio le puso la mano izquierda sobre la nariz y la frente, y empujó con fuerza hacia delante. Luego le clavó el cuchillo por debajo de la barbilla con la derecha, y echó el cuerpo de la infectada de una patada fuera del vehículo.

-¡Arranca!- gritó Jungkook.

Yoongi no se demoró ni un segundo más en poner el coche en marcha. Jimin cerró la puerta de un portazo con el vehículo dirigiéndose hacia una de las calles despejadas.

Algunos de los infectados se echaron encima del coche, pero el mayor no dudó ni un instante y atropelló a todo el que se le ponía por delante.

Jungkook observó con inquietud cómo los infectados caminaban detrás del vehículo y se iban haciendo más y más pequeños conforme se iban alejando de ellos.

-¿Estás bien?- preguntó Yoongi angustiado -¿Te ha herido?

-Estoy bien- contestó Jimin con la voz entrecortada.

-¿Seguro? ¿No te ha arañado?

-Seguro- Jimin cogió la mano de su novio para tranquilizarle.

El maknae se fijó en ese detalle, luego contempló la expresión de Yoongi. Ya no parecía estar tan tenso, eso debió calmarle.

-Jungkook, ¿estás bien?- su hermano se giró y le miró a los ojos.

El menor solo asintió con la cabeza.

-Jimin, ¿hacia dónde debo ir?

El rubio le indicó el camino y Jungkook volvió a clavar la mirada en ambos. Era bueno tener a personas en quien confiar, en quien apoyarse, pero al mismo tiempo parecía aterrador depender demasiado de los demás. Parecía aterrador dejarse llevar por los sentimientos, abrir el corazón a otra persona viviendo en un mundo tan inseguro.