Evanescente | ¹

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—¿Qué pasa?— los ojos de Jimin no estaban inyectados en sangre, como cabría esperar. Su voz tampoco sonaba diferente —¿Qué sucede?

Yoongi rozó la mejilla del rubio con la mano, buscando de alguna forma comprender lo que estaba pasando. Jungkook desvió la mirada hacia su amigo para comprobar si estaba alucinando; por la expresión del mayor supo que no era así.

—Eres tú— dijo casi en un susurro, como si no se lo creyese —De verdad eres tú— Yoongi sintió su piel un poco más cálida.

Jimin frunció el ceño ligeramente. Tenía la vista algo nublada pero esa fina cortina que le impedía ver con claridad fue desapareciendo lentamente.

—Sí, soy yo— le miró a los ojos —¿Por qué sigo siendo yo?— preguntó confuso.

Ninguno supo qué decir, todos estaban demasiado impactados. Fue Jungkook el que rompió el silencio abrazando a su hermano con fuerza. El rubio se vio sorprendido por él pero también por Yoongi, que no tardó en hacer exactamente lo mismo que el maknae. A ellos hubo que sumarle Taehyung, quien se levantó como un rayo del suelo para unirse al abrazo grupal.

Jimin no supo quién le besó la cabeza, la mejilla o la oreja. Recibió muestras de cariño entre algún que otro llanto, haciéndole desaparecer debajo de tanto cuerpo.

Hoseok y Eunha se abrazaron aliviados. Namjoon también sintió la necesidad de compartir su alegría con ellos, sin embargo se quedó observando la escena en silencio. Ese momento pertenecía a sus seres queridos y no quería interrumpirlo.

—¡Chicos, me ahogo!

Los menores soltaron a Jimin a la vez. Taehyung desvió la vista hacia su novio, que todavía seguía mirando al rubio con ojos vidriosos. El joven le rodeó la cintura con el brazo y Jungkook lo apretó contra su cuerpo.

—Tranquilo, Kook, todo irá bien— le susurró al oído antes de besarle la mejilla.

Jungkook asintió emocionado. Tenía demasiados sentimientos oprimiéndole el pecho y no sabía cómo soltarlos. Esas simples palabras y ese pequeño abrazo le hicieron sentirse muy arropado.

—Yoongi, estoy bien— aseguró Jimin, tratando de liberarse de su agarre pero el mayor no quería soltarle, no quería apartarse de él; temía que el milagro se evaporase si lo hacía —Cariño, me vas a romper los huesos.

—Sigues aquí— Yoongi le besó la frente y la mejilla antes de dejarlo libre —De verdad sigues aquí— dijo con lágrimas en los ojos, mirándole de arriba a abajo.

—Sigo aquí— tomó sus manos intentando calmarle —Aunque no sé cómo...

—¿Qué es lo que pasó exactamente?— preguntó Namjoon.

Hubo una mirada interminable entre Yoongi y Jimin, una mirada que los demás no supieron cómo interpretar.

—Un infectado... Me arañó un infectado.

Taehyung bajó la vista sintiéndose tremendamente culpable. Sabía que estaba mintiendo para protegerles.

—¿Entonces cómo es posible que no te hayas convertido en uno?— se sorprendió Eunha —¿Eres inmune al virus?— miró inmediatamente a Hoseok —Oppa, ¿es eso posible?

—No tengo ni idea— contestó el pelirrojo con total sinceridad —He visto a gente transformarse por un mordisco o un arañazo. Si te alcanza te conviertes en uno, así ha sido hasta ahora. Puede que...— se llevó la mano a la barbilla —Puede que haya algo en tu organismo que lo impida. Aunque es poco probable...

—¿Entonces? ¿Quieres decir que el virus sigue en su organismo y que tarde o temprano se convertirá en un infectado?

—No lo sé, Jungkook— negó con la cabeza —Puede que sí, puede que solo esté tardando un poco más de lo habitual o puede que Jimin de verdad sea inmune. No soy virólogo y no tengo equipo médico para comprobar cómo está actuando su cuerpo— Hoseok miró a Jimin —¿Cómo te sientes?