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En las tres horas que llevaban en el bosque, Yoongi y Jungkook apenas se habían cruzado con cuatro infectados. Para el maknae había sido una experiencia agridulce. Por una parte estaba aliviado, encontrarse con pocos infectados era una buena señal. Todos estaban más seguros si no había tantos asesinos putrefactos rondando por ahí.

Por otra parte, matar a esos seres no le dejó satisfecho. Había sido una gran oportunidad para descargar la frustración que sentía, pero el joven necesitaba más.

—Hoy te vas a quedar a vigilar así que pasado mañana deberíamos volver a salir tú y yo.

—¿Qué?— el maknae le miró sorprendido —¿En serio?

—¿Por qué te sorprende?

—Pensé que solo me dejarías acompañarte hoy.

—El grupo necesita fortalecerse y tú eres parte del grupo. Salir de casa es peligroso, lo sé, pero lo que estamos haciendo es necesario.

Yoongi creía firmemente que todos debían mejorar sus habilidades. Saber defenderse era esencial en ese nuevo mundo.

—Esto no es solo cosa nuestra, Jimin y Tae también tendrán que hacerlo.

—Tienes razón. Los infectados no son la única amenaza a la que nos enfrentamos.

—No— Yoongi le miró a la cara —Es posible que nos volvamos a topar con humanos de la misma calaña. Tenemos que asegurarnos de que cada uno de nosotros es capaz de manejar un arma.

—Estoy de acuerdo. No podemos esperar a que alguien nos salve, debemos ser capaces de sobrevivir por nuestra propia cuenta.

Yoongi asintió. Ambos pensaban de la misma manera. La supervivencia era cosa de todos.

De camino a casa se encontraron con otro infectado más. El maknae lo eliminó sin ninguna dificultad.

La caminata había sido larga y la tensión que se vivía en el bosque consumía mucha energía. Se sintieron aliviados cuando llegaron a la casa de la montaña.

—Lo has hecho muy bien— le dijo Yoongi antes de entrar por la puerta —Eres ágil y flexible, también tienes mucha fuerza y no dudas a la hora de golpear. No has sido torpe con la katana y con cada enfrentamiento te has soltado más. Si dejas de ser tan temerario podrías ser un gran superviviente.

Jungkook sonrió. Durante el tiempo que habían pasado en el bosque, el mayor le dejó encargarse de todos los infectados y no le cuestionó en ningún momento. Yoongi estaba dispuesto a intervenir si sucedía algo pero le permitió hacer lo que quería sin ponerle pegas. Había cumplido con su palabra y ahora le había halagado por su manera de actuar.

Jungkook estaba muy agradecido con él.

—No lo seré. Actuaré con cabeza.

—Bien— le dio un golpecito en la espalda —Vamos a entrar.

Dejaron los zapatos y las katanas en la entrada y luego pasaron al salón. Jimin estaba cocinando cuando entraron por la puerta.

—¡Por fin!— dijo al verles —¿Estáis bien?

—No hemos tardado tanto, hyung— Jungkook le dio un abrazo a su hermano.

—Estamos bien— le contestó Yoongi —Un poco cansados pero bien— el mayor se sentó sobre un taburete.

—¿Había muchos infectados?

—No— Jungkook se lavó las manos en el fregadero y luego sacó una botella de agua de la nevera —El bosque está bastante tranquilo.

Evanescente | ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora