Evanescente | ¹

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Hyojin ordenó esposarlos a todos menos a Jimin. Los guardias procedieron mientras Taehyung trataba desesperadamente de explicarles, que el grupo de Hyunwoo había intentado matarlos y que ellos solo habían actuado en defensa propia.

—Este es el procedimiento que hay que seguir en caso de asesinato— contestó la joven inflexible —Las explicaciones se las tendréis que dar a Monsieur, no a mí.

—Qué conveniente— Namjoon clavó la mirada sobre ella —Resulta curioso que hayáis llegado en este preciso instante y encima armados hasta los dientes.

Hyojin no dijo nada, tampoco hizo falta; Yoongi sabía que esa mujer trabajaba para Jongsuk, lo que no entendía era qué pretendía con todo aquello. ¿Acaso Jongsuk lo había orquestado para acusarle de asesinato y deshacerse de esa forma de él? ¿Pero cómo? Yoongi desconocía sus intenciones, si no hubiera sido por aquella misteriosa voz, no habría llegado a tiempo para salvarlos.

—Os voy a sacar de esta— juró Jimin —No os preocupéis, encontraré la forma.

Taehyung asintió angustiado, Namjoon se mostró mucho más sereno que el menor.

—Busca a Jungkook— le pidió Yoongi antes de que se lo llevaran —Y no te fíes de nadie.

Jimin tuvo que contener el impulso de enfrentarse a los guardias. De nada servía perder los nervios, eran demasiados y estaban armados.

—Te llevaré con tu padre— dijo Hyojin —No te esposaré como a los demás pero no hagas ninguna tontería.

«Tiene que guardar las apariencias» pensó consciente de lo mucho que le importaba la imagen a su padre.

Los pocos minutos que tardó Jimin en llegar al despacho de Jongsuk se le hicieron eternos. Oprimir las imágenes de lo sucedido y mantenerse tranquilo le costó un gran esfuerzo.

Hyojin entró primero, el rubio esperó a que saliera y luego pasó sin la joven. Allí no solo se encontró con su padre, también estaba Jungkook. Ver el rostro de su hermano le hizo sentir un fuerte nudo en la garganta.

—¿Qué te ha pasado?— el maknae se levantó inmediatamente del sillón —¿Quién te ha hecho esto?— le tocó el pómulo morado.

Jimin no tenía ni idea de cómo se veía. Había recibido varios golpes pero desconocía el alcance de la agresión de Jaebum. El chico se apretó contra el cuerpo del menor, buscando un abrazo que Jungkook no dudó en dárselo.

—Jungkook, te he hecho venir porque tenemos un problema— Jongsuk dejó la copa sobre la mesa y se dirigió a ellos desde el sillón —Me han informado de que tus amigos, Kim Namjoon, Min Taehyung y Min Yoongi, han asesinado a tres personas.

El rubio abrió los ojos pero no se separó del torso de su hermano; Jungkook miró hacia el hombre impactado.

—No sé todos los detalles de lo ocurrido pero el asesinato es algo muy grave, un acto vil que en el búnker se paga con la vida y que no podemos pasar por alto.

Jimin tomó el rostro del maknae entre sus manos. Jungkook, que estaba completamente perplejo, le miró a los ojos.

—Escúchame— dijo con más templanza de lo esperado —TaeTae y yo íbamos a organizar una cena. Ellos nos asaltaron e intentaron...— Jimin se calló abruptamente, no tenía valor para decírselo —Querían matarnos. Yoongi y Namjoon hyung llegaron a tiempo y nos salvaron.

—¿Qué estás diciendo...?— el menor no daba crédito. Se había pasado horas trabajando con Jihyo, ajeno a lo que estaba ocurriendo.

—TaeTae no hizo nada— se forzó a seguir hablando —Él y Namjoon hyung fueron los únicos que no mataron a nadie— recalcó en voz alta —Pero se los han llevado con Yoongi. Tienes que ayudarles, Jungkook. Fuimos Yoongi y yo... Nosotros matamos a Hyunwoo, Jaebum y a ese otro tipo que no conozco. No es justo que ellos paguen por lo que hicimos.