Evanescente | ¹

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Jungkook llevaba un buen rato mirando por la ventana del salón. Había pasado más de media hora desde que Jimin y Yoongi se habían ido a cazar al bosque. El maknae pasó ese tiempo dando vueltas por la casa, esperando con impaciencia una respuesta de Taehyung, pero el chico seguía manteniendo un incómodo silencio.

Jungkook tiró del cuello del suéter rojo que vestía y suspiró. La espera le estaba sacando de quicio. Metió las manos en los bolsillos del pantalón vaquero y se giró hacia su amigo.

-Hyung, si quieres hacerlo debe de ser ahora.

-No estoy seguro- contestó inquieto.

-Ya lo hemos hablado, no nos van a pillar.

-No es por eso- le miró a los ojos -Es una gran imprudencia dejar la casa sin vigilancia.

-No va a pasar nada.

-¿Y si pasa?

-Te recuerdo que eres tú el que quiere darle descanso a M, no yo.

Taehyung bajó la mirada. Había visto tantas veces las fotografías del hombre europeo que sentía lástima por él.

-Eres demasiado sentimental.

-¡No lo soy!- contestó molesto -Pero dime, ¿a ti te gustaría acabar así? Metido en un pozo y pudriéndote sin poder descansar en paz.

-No- le contestó con sinceridad -Por eso quiero ayudarte- se acercó a él -Tienes miedo de que ocurra algo mientras estamos fuera, ¿no?

-Sí- suspiró -Lo mejor sería hablarlo con mi hermano.

-Claro, porque Yoongi hyung va a entender que arriesgues tu vida saliendo al bosque para matar a un infectado- le dijo en un tono irónico.

-Dicho así suena muy dramático.

-Para nuestros hermanos lo es- se sentó en el sofá -Si quieres que M descanse, entonces tendrás que hacerlo por tu cuenta.

Taehyung volvió a suspirar. No le gustaba saltarse las reglas y sabía que lo que pretendía estaba mal, muy mal, pero necesitaba hacerlo.
Durante su recuperación había visto tantas veces las fotografías del hombre europeo, que en cierta forma había creado un vínculo con él.

Taehyung creía en la vida después de la muerte. Esa persona a la que llamaban M no podría reunirse con los suyos si seguía atrapado en esta vida. Quería hacer algo por él y Jungkook lo había entendido. Había comprendido su preocupación a pesar de que él no pensaba de la misma manera.

-Todo irá bien, ¿verdad?

-¡Por supuesto!- Jungkook le sonrió de oreja a oreja -Vámonos de una vez.

Salieron de la casa y fueron directos hacia el garaje. Justo al fondo pasando el vehículo estacionado había dos bicicletas colgando de la pared. El maknae se encargó de bajar la de color azul marino mientras Taehyung le esperaba afuera.

-Todavía no estás al 100% así que iremos en mi bici- dijo el menor al salir al exterior -El pozo no está lejos, con el coche solo se tardan unos cinco minutos en llegar- Jungkook dejó la bicicleta en el suelo y luego cerró el garaje -Voy a por una pala al cobertizo.

Taehyung apoyó la espalda contra la fachada y se quedó esperando al maknae. Metió las manos en los bolsillos del pantalón del chándal y cerró los ojos por unos segundos. Había pasado más de diez días encerrado en casa, salir de allí y estar al aire libre le hizo sentirse muy bien.

Jungkook no tardó en volver con la pala.

-¿Tenemos todo?- preguntó el hermano de Yoongi al verle.