115

48.8K 6.6K 12.8K
                                    

—¿Y tú a qué te dedicabas?— preguntó el Señor Park.

—Estaba estudiando derecho en la Universidad Nacional de Seúl— contestó Namjoon —Quería ser juez.

Jongsuk le dedicó una mirada muy intensa; Jimin supo al instante que la respuesta de su amigo le había agradado.

—Esa es una profesión muy respetable— dijo en un tono de profunda admiración —¿Qué te motivó a elegir la carrera?

—La gente con poder— afirmó sin apartar la mirada —Siempre se salen con la suya mientras los que carecen de él son injustamente castigados por un sistema corrupto.

El Señor Park esbozó una leve sonrisa. Namjoon no supo cómo tomársela.

—Conociéndote habrías sido un gran juez— aseguró Yoongi.

—El mejor juez de toda Corea— añadió Hoseok.

Namjoon bebió un poco de agua. Convertirse en juez no era solo una pasión o algo a lo que se quería dedicar por vocación; tenía un interés personal que solo su mejor amigo conocía.

—Eunha, ¿verdad?— la muchacha asintió con la cabeza —¿Qué estabas estudiando?

—Enfermería— Hoseok contestó por ella —De hecho ha tratado las heridas de Jungkook.

El maknae asintió, confirmando así las palabras del pelirrojo.

—Muchas gracias por cuidar de mi hijo, Eunha. Nos vendrá bien tener a dos enfermeros más en la comunidad.

La joven miró a Hoseok agradecida. Era evidente que lo había hecho para asegurarle un buen trabajo en el búnker.

—Tenemos un maestro, dos enfermeros y un juez— miró a Yoongi —¿Y tú? ¿Qué hacías antes de todo esto?

—Era chófer.

—¿Eras chófer mientras estudiabas algo más...?

—No estaba estudiando, era chófer— volvió a repetir con calma.

—Entiendo— Jongsuk se desentendió de él y miró a los demás —¿Queréis comer algo más?

Jimin sintió rabia. Su padre había mostrado interés en todas las profesiones menos en la de su novio. El rubio iba a decir algo cuando Yoongi lo agarró de la muñeca y negó con la cabeza.

Al mayor del grupo no le había tomado por sorpresa la actitud del Señor Park. Estaba al tanto del clasismo que corría por sus venas.

Mientras Jongsuk conversaba con Namjoon, Taehyung seguía ignorando todo lo que sucedía a su alrededor. Su mirada estaba única y exclusivamente sobre Jungkook y Sooyoung.

La chica no dejaba de hablarle, de tocarle y de acaparar toda su atención. Daba igual si el maknae apartaba su mano con delicadeza o intentaba centrarse en la conversación de otros, Sooyoung insistía sin cesar.

A Taehyung le habría venido bien un trago o dos de vodka para soportar aquella situación.

Eunha, que estaba sentada al lado de la joven y llevaba un rato observándoles, agarró un vaso de agua y lo tiró disimuladamente sobre el pantalón de la chica. Sooyoung se levantó rápidamente de la silla.

—¡Oh!— Eunha también se levantó —¡Lo siento muchísimo!

—No importa, no pasa nada— contestó algo apurada —Solo es agua.

—Vaya Eunha, qué torpe eres— se rió Hoseok —Parece que se ha meado encima.

Las palabras del pelirrojo sonrojaron a la muchacha. Sooyoung se disculpó con los demás y salió por la puerta. Eunha le guiñó el ojo al hermano de Yoongi antes de seguirla.

Evanescente | ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora