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Taehyung encontró al maknae sentado sobre la cama, con las manos entrelazadas y la mirada clavada en el suelo. El joven cerró la puerta de la habitación y tomó asiento a su lado.

La privacidad que ofrecía el dormitorio hizo que Jungkook se sintiese más confiado para contarle su pasado, pero aun así seguía tenso; las manos le sudaban y los nervios en el estómago le provocaban malestar.

Taehyung se dio cuenta de su ansiedad y le cogió de la mano. El hermano de Jimin alzó la vista, mirándole directamente a los ojos.

—Querías hablar, ¿no?— Taehyung entrelazó un par de dedos y le sonrió —Pues aquí estoy. Háblame.

Jungkook bajó la mirada hacia su mano. La estaba sujetando con tanto cariño que se sintió más tranquilo.

—No sé por donde empezar— suspiró, preocupado por cómo se lo podría tomar —Te he ocultado demasiadas cosas...

—¿Y por qué quieres contármelas ahora?— preguntó genuinamente.

—Porque no quiero perderte— le apretó la mano —No quiero que te alejes de mí.

Taehyung se sintió conmovido pero también algo confuso. Todo había sucedido tan deprisa que temía estar soñando.

—Entonces... ¿Esto es real?— murmuró contemplando sus ojos oscuros —Me has dicho que me quieres y me has besado, ¿verdad? No ha sido un delirio ni una intoxicación alimenticia, ¿no?

—Todo eso ha pasado— afirmó con una leve timidez. Jungkook se sentía un poco raro al hablarlo agarrados de la mano y con ese silencio sepulcral a su alrededor.

—¿Eres bisexual?— ladeó un poco la cabeza —¿Te acabas de dar cuenta o...? ¿Cómo ha pasado todo esto?

El maknae se levantó de la cama y caminó hacia la ventana. Le costaba mucho compartir sus sentimientos por lo que intentó ordenar sus pensamientos para no soltarlo todo tan atropelladamente como había hecho con Jimin.

Taehyung esperó pacientemente, dándole el espacio que necesitaba.

—Ha sido a raíz de Hoseok hyung— admitió al fin en voz alta —Estaba celoso de él.

—¿Por eso ayer fuiste...?

—¿Un gilipollas?— contestó mirándole a los ojos —Sí, por eso me comporté como un niñato posesivo y estúpido— suspiró avergonzado —Lo siento, lo siento de verdad.

Taehyung notó por el tono de su voz que lo sentía profundamente. El mayor se levantó de la cama y le dio un abrazo espontáneo. No pudo contenerse al ver su mirada llena de arrepentimiento.

Jungkook se dejó abrazar y aprovechó el momento para volverle a pedir disculpas por su comportamiento inmaduro. Se arrepentía de lo que le había dicho y de cómo lo había tratado.

—Pasaría otra vez por esa discusión si el resultado nos llevase a esto— sonrió Taehyung con ternura —No te preocupes más. Ahora cuéntamelo todo. Quiero conocerte a fondo.

Jungkook suspiró pero no lo hizo por miedo a lo que iba a compartir con él, como creyó Taehyung. Suspiró por la bondad del mayor, por lo comprensivo y dulce que era siempre con él, a pesar de haber metido la pata en incontables ocasiones.

Jungkook decidió que no se guardaría nada más; no con él.

—Me gustaba mi mejor amigo— dijo de repente, y eso hizo parpadear varias veces a Taehyung de la sorpresa —Bueno, me empezó a gustar cuando tenía doce años... Por eso mi padre le arruinó la vida...

—¿Qué?— Taehyung le miró perplejo.

Jungkook tomó aire y le contó lo que le había confesado a Jimin. No se calló ni un detalle, le explicó todo lo sucedido con Yook Sungjae y cómo fue su relación con él desde que le conoció a los seis años de edad.

Evanescente | ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora