Evanescente | ¹

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Namjoon acostó a Hoseok sobre la cama y se tumbó a su lado, tomándole entre sus brazos.

Taehyung le contó todo lo que había ocurrido en el bosque. Le explicó cada detalle del enfrentamiento entre Jungkook y el pedófilo, le detalló cómo había sido la reacción de Hoseok tras la pelea y aunque no pudo darle demasiada información porque había estado pendiente del maknae, a Namjoon no pareció hacerle falta para comprender lo que sucedía.

El joven escuchó el relato en silencio, haciendo de vez en cuando alguna pregunta sobre la muchacha, enfocándose especialmente en su muerte.

Hoseok seguía mirando hacia la nada, aunque ya no repetía las mismas palabras, no desde que lo había abrazado Namjoon. Las cosas que su amigo le susurró al oído le calmaron.

—¿Qué le pasa?— se atrevió a preguntar Taehyung. Namjoon no le había dado ninguna explicación y el menor seguía preocupado —¿Por qué se ha puesto así?

—Es algo personal— contestó sin mirarle.

Taehyung frunció el ceño. La respuesta no le dejó satisfecho, al contrario, la forma tan seca que tuvo al responderle le molestó un poco.

—Imagino que es algo personal— insistió —Pero Hobi hyung es mi amigo y estoy preocupado por él.

Namjoon alzó la vista al escuchar «Hobi hyung» de los labios del muchacho. El pelirrojo era muy amigable pero ni siquiera Eunha, a la que conocía desde hace más tiempo le llamaba «Hobi».

¿Qué había visto su amigo en ese chico? ¿Por qué le permitía llamarle así? Namjoon torció el gesto pensativo. No tenía claro si le gustaba esa cercanía entre Hoseok y Taehyung.

—Por favor— pidió a punto de perder la paciencia —Sé que no te caigo bien pero déjame ayudarle.

La boca de Namjoon se abrió justo cuando Eunha entró por la puerta. La joven se acercó inmediatamente a la cama, tomando asiento y cogiendo la mano del pelirrojo con cariño.

—Está mejor— la tranquilizó Namjoon.

Taehyung se quedó de pie al lado de la cómoda, observando cómo hablaban por lo bajo. En cierta manera entendía lo que estaba sucediendo. Para ellos él era un desconocido, alguien de quien todavía no se fiaban. O mejor dicho; del que no se fiaba Namjoon.

Eunha era simpática con todo el mundo y Hoseok una persona encantadora, pero el que llevaba la voz cantante en su grupo era Namjoon y si él no quería contarle lo que sucedía, nadie lo haría. Al menos esa era la impresión de Taehyung.

—Jungkook está bien— Eunha se giró hacia él —Ha sido muy valiente, no se ha quejado ni una vez.

—Es un chico duro— sonrió ampliamente, mostrando una sonrisa cuadrada —Gracias por cuidar de él.

La muchacha le devolvió la sonrisa antes de volver a poner toda su atención en Hoseok. Los cuchicheos entre ella y Namjoon siguieron durante un rato.

Taehyung se sintió ignorado y por esa razón estuvo a punto de abandonar la habitación de invitados. Fue Yoongi el que evitó que se fuera. Su hermano entró justo cuando iba a salir.

—Tae— lo apretó contra su pecho —Jungkook me ha contado lo que ha pasado. Siempre os encontráis con la gente más enferma— dijo mirándole a los ojos —Menos mal que no estabas solo. ¿Estás bien?

—Estoy bien, hyung, pero él no lo está— desvió la mirada hacia Hoseok —Namjoon hyung no quiere decirme qué le pasa— se quejó disgustado.

Yoongi sintió la inquietud de su hermano.

—Namjoon— el mayor se acercó a la cama — ¿Qué le ocurre?