Park Jimin y Park Jungkook han ido a pasar el fin de semana a Daegu. Ambos hermanos están disfrutando de su estancia en la ciudad cuando un terrible suceso les obliga a luchar por sus vidas.
▪️Pareja principal: MYG + PJM | KTH + JJK
▪️Género: Dram...
Jungkook abrió la puerta del conductor, se sentó en el coche y dejó el arma en el asiento del copiloto. Había matado a más de veinte infectados desde que Yoongi y su hermano entraron por la puerta del restaurante chino.
El menor se limpió las manos con un pañuelo de papel y miró por el espejo retrovisor. De momento la calle volvía a estar despejada.
Se dio la vuelta y cogió la bolsa de plástico que estaba tirada sobre el suelo del asiento trasero. Metió la mano en el interior y sacó los onigiri que había preparado Taehyung por la mañana.
Jungkook se fijó en la forma que tenían dos de ellos. Uno parecía un onigiri tradicional, o al menos esa era la intención porque la forma triangular no era del todo correcta. El otro era redondo y tenía una cara de gatito dibujada con trocitos de algas.
-El gato le ha quedado bizco- se rió en voz alta -Si es que esto es un gato, claro.
El maknae dejó ambos sobre el asiento del copiloto y sacó un tercer onigiri. La forma del último también era diferente. Parecía un corazón aunque las proporciones tampoco eran las correctas. La parte derecha se veía mucho más grande que la izquierda.
-Qué cursi. ¿Cómo puede hacer un corazón?- Jungkook frunció el ceño -¿Y para quién es? ¿Para Yoongi hyung?
Al maknae le dio la risa. La imagen de Yoongi comiendo un onigiri en forma de corazón le pareció muy graciosa. Miró hacia los otros dos, el gato seguro que era para Jimin y el onigiri tradicional para él.
Metió el gato en la bolsa y observó el corazón.
«¿Estás pensando en comerte el corazón?»
-¡Claro que no! ¡Solo lo estoy mirando!
«¿Quién es el cursi ahora?»
Jungkook ignoró la vocecita de su cabeza y metió el corazón en la bolsa. Cogió el triángulo, le quitó el envoltorio y lo mordió molesto.
-¡Está rico!- miró el onigiri sorprendido -¡Está muy rico!
El menor siguió comiendo hasta que detectó a varios infectados girar por la esquina y caminar hacia el vehículo. Jungkook dejó el onigiri sobre el envoltorio, encima del asiento del copiloto y miró el reloj.
Eran las cinco de la tarde. Quedaban dos horas para cumplir con su palabra, quedaban dos horas para volver solo a la casa de la montaña.
El menor miró hacia la puerta del restaurante, mordiéndose el labio inferior. Tener que esperar bajo esas circunstancias siendo un chico ya de por sí muy impaciente era un suplicio. La espera se le estaba haciendo eterna y en varias ocasiones estuvo a punto de ir detrás de ellos, pero al final se contuvo.
Jungkook había sido imprudente en más de una ocasión, causándole a Jimin muchos dolores de cabeza y esta vez quería cumplir con su palabra.
Seguirles habría sido temerario ya que no conocía el centro comercial. Lo había visitado alguna vez que otra pero nunca por esa zona y por lo tanto, no sabía cómo llegar hasta el supermercado.
El maknae debía tirar de paciencia, debía esperarles y cumplir con lo que le había encargado Yoongi. Jungkook miró otra vez por el espejo retrovisor. Al menos los infectados le mantenían ocupado.
-Tenéis que volver- dijo al poner la vista sobre la puerta del restaurante -No quiero irme sin vosotros... Tenéis que salir de ahí.
Luego cogió el arma, salió del coche y caminó hacia los infectados.
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