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Sopa de brotes de soja y bibimbap, esa era la cena sencilla que les había preparado Kim Seokjin. Jimin esperaba un Ramen instantáneo o algo de gimbap como mucho, hasta se habría conformado con un simple arroz blanco.

Tenía mucha hambre y más aún después del baño relajante que había tomado

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Tenía mucha hambre y más aún después del baño relajante que había tomado. En ese momento no le habría dicho no a nada y encima esa cena era bastante más de lo que esperaba. No solo se veía rico, estaba delicioso.

-¿Cómo está?- quiso saber el dueño del apartamento.

-¡Buenísimo!- contestaron los hermanos Park al unísono.

-Me alegro mucho- sonrío Seokjin -¿Sabéis qué no puede faltar nunca con una buena cena?

Ambos negaron con la cabeza.

-Ni idea. ¿Qué?- preguntó Jimin.

Jungkook también tenía curiosidad. Le miró expectante. Seokjin dejó pasar unos segundos para crear más interés por parte de sus invitados.

-¿No lo sabéis? Bueno, os lo diré. Un chiste.

-Ah- Jungkook siguió comiendo como si nada.

-¿Un chiste? ¿Es bueno?- Jimin sorbó un poco de la sopa.

-No lo sabes pero yo soy el rey de los chistes.

-¿En serio? ¡Qué fuerte!- el rubio se había emocionado -Cuéntanos uno.

Jungkook seguía comiendo sin prestar atención. Estaba demasiado ocupado devorando el bibimbap que les había cocinado Seokjin.

-¿Cómo maldice un pollito a otro pollito?

-¿Cómo?

-Caldito seas.

Seokjin estalló en carcajadas. Jimin se mordió el labio inferior conteniendo una sonrisa. No sabía qué le había hecho más gracia, el chiste o la risa contagiosa de Seokjin. Jungkook ni se inmutó. Siguió comiendo.

-Ay, ¿de verdad? ¿No lo habéis pillado? Parece que tenemos un público difícil. A ver este.

Seokjin bebió un poco de soju para aclarar la garganta.

-¿Qué hace un perro con un taladro?

-No sé- contestó Jimin.

-Taladrar.

Seokjin volvió a reírse de su propio chiste. En esta ocasión le acompañaron sus invitados.

-Qué malo- dijo Jungkook -Pero me ha hecho gracia- admitió.

-Eres el rey de los chistes malos- se rió Jimin.

-Al menos soy el rey de algo- presumió Seokjin contento.

El ambiente era agradable. Durante la cena, Jimin y Jungkook consiguieron relajarse y olvidarse de todo. Eso fue gracias a la personalidad amable y divertida de Kim Seokjin. Hablar de trivialidades y contar chistes malos, el mayor parecía saber lo que necesitaban aquellos chicos para desconectar un rato.

Evanescente | ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora