Noche Inolvidable

Capítulo 103

Narra Zabdiel:
Estos últimos días han sido increíbles, pero no en buena forma. Vine a Puerto Rico porque me moría de las ganas de volver a compartir con Yai ¿y por qué no hacerlo en un concierto de trap? No es que ese sea mi género musical favorito, pero mi primo necesita mi apoyo. Nunca me hubiera imaginado en lo que iba a terminar éste concierto, ver a Yaishka tan mal, tan destruida, despertó en mí un deseo incontrolable de protegerla y sí es cierto que desde que la vi tuvo un impacto en mí, pero estos sucesos recientes, me han hecho darme cuenta que realmente me gusta, la quiero y es enserio.

Me siento feliz al menos de despertar y que ella se sienta mejor, con ganas de arreglar su nueva casa, así que una vez en su casa de playa, nos bajamos para dejar todo lo que trajimos y perdí el control cuando frente a la puerta estaba Omar. Es como si no se cansara de que ella lo rechace y le diga que no le interesa hablar con él, estuve a punto de golpearlo, pero Yai intervino en la pelea, es que me hierve la sangre que haya sido capaz de hacerle tanto daño y aún seguir buscándola. Comenzamos la obra, ya en la tarde Joel fue hacerle un favor a Yai.

Estoy aquí con ella ayudándole en la casa, mientras Joel busca a Rose, la sobrina de Yai a la escuela, la dejé trapeando el piso de la cocina, mientras iba a limpiar el baño. La escuché gritar mi nombre y corrí hasta ella super asustado, si le pasa algo malo me muero.
Zab: ¡YAI! ¿Qué tienes? - dije, muerto del susto. Por suerte fue solo un mareito. Necesito, tengo y deseo cuidarla, explicarselo fue difícil, pero aún así, sequé sus lágrimas y la besé. Sus besos son mágicos, me transmiten muchas cosas, es una chica demasiado interesante e importante para mí, solo pude decirle que me gusta mucho y en ese momento llegó Joel.
Joel: bueno, traje comida - gritó y ambos nos despegamos y corrimos a comer, porque tenemos demasiada hambre. Mientras comemos no puedo apartar mi mirada de ella, se ve realmente triste, pero a la vez sus ojos brillan cuando sube la mirada y nos mira a Joel y a mí. Minutos más tarde ella se paró al baño y cada quién agarró un matres para llenar. Yai regresó pronto.