Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)

186. ¡Eso No Se Le Hace A Un Amigo!

Luego de darse cuenta que estaba detrás de él vino hacia mí.

—Les estaba preguntando a tus amigos por qué se iban —explicó Alan brevemente y algo nervioso.

Le dirigí la mirada a los chicos y ellos sacudían la cabeza. 

—¿Por qué le hiciste eso a Nath? —le pregunté, confundido con toda la situación.

—Ah… es que le dije que se quede pero él se enojó y no sé por qué pero me quiso pegar. Así como te hizo a tí.

—¡Eso no es cierto, Emi! —replicó él mientras sobada su muñeca—. Escuchaste todo, lo vi.

Me quedé mirando a Nath fijamente por unos segundos. Viendo todo lo que estaban pasando solo me quedaba una opción.

—Tu desde hace rato estás con tus cosas también.

—¿Qué? —Nath se sorprendió muchísimo y rápidamente esbozó un gesto de tristeza.

—Emi, ¿qué estás diciendo? —me preguntó Yael, entristecido de igual forma y tomó del hombro a Nath.

Alan soltó una pequeña carcajada.

—¿Ves cómo son? —me preguntó—. Por eso deja que se vayan. Y no te preocupes, no hay problema por esto. 

—Pero Emi, tu lo viste y escuchaste… ¿Por qué me dices eso? —Nath se puso nervioso y comenzó a titubear.

—Porqué ya te conozco —suspiré profundamente y tragué saliva—. Así nos hiciste a Yael y a mí ayer con tus berrinches por lo de Pau, y más hace rato con él por tus puntos del juego.

—No, no, no —Nath sacudía la cabeza, no encontraba qué decir. Luego de unos segundos, suspiró—. Está bien, entiendo. Solo para que sepas, esos no fueron berrinches. 

Bajé la mirada.

—Mejor váyanse, chicos… yo me quiero quedar.

—Pero Emi… ¿y si se enoja tu mamá? —me preguntó Yael y Nath lo tomó del brazo.

—Vámonos, ni le digas nada. Que se quede con su "amigo" —le ordenó. Pude notar que su voz temblaba—. Ya que será el único que tendrá ahora.

—Nath, no le digas eso…

—Es la verdad —él me dirigió una mirada gélida que mostraba decepción—. Tu y yo salimos sobrando aquí —agregó y volteó a otro lado.

Levanté suavemente la mirada hacia ellos pero luego la bajé nuevamente. Me hizo sentir muy triste haberles dicho eso, pero era mejor que se vayan pues quería hablar con Alan a solas.

Luego de unos breves segundos de silencio, Nath abrió la puerta y él y Yael salieron camino a la casa.

Verlos irse de esa forma me dolió muchísimo, al Igual por todo de lo que me había dado cuenta; cosas que me destrozaron el corazón.

—Bueno, pues ahora sí. Ya estamos nosotros nada más y sin interrupciones —dijo Alan, emocionado y sonriente. Me tomó del brazo para tratar de llevarme al cuarto pero me arrebaté y me quedé parado—. ¿Qué pasó? 

Levanté la mirada hacia él y al verme se le borró la sonrisa del rostro.

—¿Qué te pasa, Emiliano?

—¿Por qué, Alan? —repliqué con la voz temblorosa tratando de mantener la calma, pero aún así no pude evitar soltar un leve sollozo—. Me dijiste que éramos mejores amigos.

—¿Cómo? —él se quedó atónito—. Claro que sí lo somos, ¿por qué lo dices?

—Me mentiste.