Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)

113. Una Larga Noche

Ya se hacía más noche, la estábamos pasando increíble con Pau y con mi primo hablando de todo y riéndonos por cualquier cosa. 

Mi mamá vino a la tienda de campaña.

—Hola chicos, ¿cómo se la están pasando? —nos preguntó mi mamá al asomarse por la entrada de la tienda.

—¡Genial! —respondimos todos al unísono.

—Si tía, mi primo y sus amigos están contando cosas divertidas —le dijo Roger con emoción y soltando un bostezo.

—Que bueno, me alegra que se la estén pasando increíble. Pero ahora vine por su amiga Paula para que vaya al cuarto con Ximena pues ya es tarde.

—Hmm… todavía es temprano mamá.

—No, qué va ser temprano. Ya es casi media noche Emi —aclaró mi mamá.

—Es cierto chicos, y ya me está dando sueño —respondió Pau con un leve bostezo.

—Bueno ya ni modo, igual a mi —afirmó Yael con un bostezo y estirándose los brazos.

—Ya mañana seguimos platicando y vemos qué más hacer para divertimos —agregó Pau mientras salía de la casa de campaña.

—Está bien, ya mañana seguimos.

—Bueno Pau nos vemos mañana —le dijo Nath con una sonrisa. Y ella le correspondió con una sonrisa también.

—Muy bien chicos, si van a entrar a la casa estaremos pendientes puede ser que haga frío más tarde —explicó mi mamá.

—Está bien, hasta mañana. Buenas noches.

—Hasta mañana chicos —mi mamá se fué con Pau a la casa y nos quedamos solo nosotros tres con mi primo.

—Hmm… ¿Y ahora qué hacemos? —preguntó Nath soltando un bostezo.

—Pues nada, irnos a dormir.

—Oye Nath… ¿Estás enojado conmigo? —le preguntó Yael con un tono de preocupación. 

Nath lo miró y le sonrió.

—Claro que no, ¿por qué lo dices?

—Porqué desde hace rato estoy viendo tu cara de molesto —respondió Yael.

Nath volteó a verme e igual lo miré.

—Me di cuenta de todo —continuó—. Me mirabas muy feo en que hablaba con Pau.

—Ah, no… no estoy molesto —Nath soltó una ligera carcajada—. Es que me sentía algo…

—Celoso —interrumpí—. Pero no te preocupes Yael, el está bien ahora, ¿verdad Nath? —dirigí la mirada hacia él.

—Algo así, pero ya entendí… no me hagas caso.

—Oh, bueno… lo siento —Yael le sonrió.

—No, no pasa nada. Como te dije no me hagas caso —replicó Nath estirándose los brazos y bostezando.

Yael soltó una ligera carcajada mirándonos a ambos. 

—¡Nath está celoso, muy celoso! —bromeó cantando y empujando a Nathan en modo de juego.

—¡Ya, no sigan con eso! —exclamó riéndose.

—¡Ay, que enojón y aguafiestas eres!

—Bueno yo ya me voy a dormir —nos dijo Yael con un leve bostezo y yendo a acostarse en la cama improvisada que hicimos para dormír.

—Igual yo, ya es muy tarde —me levanté y fuí hacia la cama con Yael.

—Se pasan es temprano todavía —gruño Nath frunciendo el ceño—. Podemos seguir platicando.