Pasamos la tarde pláticando, llegó la noche y mis tíos y primos se fueron al igual que los chicos.Subí a mi cuarto, ya tenía mucho sueño así que fuí a bañarme para acostarme a dormir.
Después de terminar me fuí a la cama cuando entró mi mamá. Rápidamente me acosté de un lado, mirando hacía la pared. A pesar de qué las cosas se hayan aclarado me sentía triste, pues aún estaba castigado. Mi mamá se sentó a un lado de la cama detrás de mí.
—Hijo ¿Cómo estás? —preguntó, preocupada, acariciándome el cabello.
—Estoy bien.
—Vengo a hablar contigo sobre lo de hace rato.
—Ya sé mamá, se que estoy castigado de todos modos, aunque ya sepas que no fuí yo quien hizo todo el desastre —le respondí, triste—. Ya dime cuál será mi castigo.
—Sabes… estaba pensando hace un rato sobre lo que pasó y creo que fuí algo dura contigo.
—No mamá, no te preocupes. Sé que en parte fué mi culpa al no vigilar bien a mis primos —respondí mientras me volteaba para mirarla.
—No es por eso Emi. No te escuché hace rato, sólo me deje llevar por el enojo. Ese adorno era importante para mí.
—Lo sé, y no tengo forma de compensártelo. En verdad lo siento.
—Ya no importa hijo, primero están ustedes. Esas son cosas materiales, no valen. En cambio la familia es muy importante —dijo sonriendo—. Además, no era responsabilidad tuya ver a tus primos, debimos llevarlos con nosotros, pero bueno, ya pasó
De pronto se abrió la puerta y entró mi papá a ver qué pasaba. Se sentó junto a nosotros.
—Papá me contó sobre lo de la visita a tu amiga, y ya sé a que amiga irás a visitar —dijo mi mamá sonriendo mientras miraba a mi papá.
—Sí, quiero verla, después de todos estos días que han pasado no sé nada de ella.
—¿Y porqué no le llamas por teléfono? —preguntó.
—Lo intenté en una ocasión pero no estaba, me contestó otra persona y me dijo que ella había salido.
—Puedes hablarle de nuevo.
—Sí, pero ahora no, tengo sueño y además me duelen los pies, me cansé mucho de estar corriendo —respondí, sentándome en la cama—. Me hubiera gustado verla pero ya no podré porqué estoy castigado.
Mi mamá miró a mi papá y sonrió.
—Emi, lo siento en serio. Debí escucharte —dijo tomándome de la mano—. ¡Tienes el permiso de ir, te lo ganaste de nuevo!.
—Pero mamá, me dijiste que estoy castigado por romper el adorno —respondí, confundido.
—No, ya no estás castigado —dijo suspirando—. Tú primo nos contó a tu tía y a mí lo que pasó, pero tú asimiste la culpa aunque sabías que no era así… ¿Porqué?
—Es que tenía miedo que le peguen a mi primo por sus travesuras, él sólo es un niño pequeño, sólo jugaba y accidentalmente tiró el adorno —respondí—. Y mejor dije que yo lo había tirado.
—El dijo todo lo que pasó, que le hizo a Yael y a Nath y como fué que rompió el adorno, no te preocupes, tu tía tal vez castigue en algo a Roger cómo dijo pero no para tanto. Te ganaste que te quite el castigo por tu valentía al asumir la responsabilidad para proteger a tu primo pequeño.
—¿De verdad mamá? ¿Ya no me castigarás? —pregunté, sorprendido.
—Si hijo.
—Además tu hermana Ximena nos dijo lo que hicieron con Matías cuando despertó y porqué mi cuarto estaba desordenado.
—Sí, entre los chicos y yo lo cambiamos —le dije sonriendo—. Aunque a último momento nos salvó una amiga que vino de visita y así pudimos calmarlo.
—Ya me imagino hijo —soltó una carcajada.
—¡Gracias mamá! —exclamé de felicidad, me levanté de la cama y los abracé.
—Entonces… ¿Si me vas a llevar contigo, papá?
—Hmm… lo voy a pensar hijo —respondió, pensativo.
—Pero me dijiste que me llevarías —le dije, confundido.
—Claro que sí hijo, sólo estaba jugando —respondió y soltó una carcajada.
—¿Cuándo me llevarías?
—Posiblemente éste fin de semana, tengo un trabajo que entregar en esa ciudad con un amigo y para no ir sólo irías conmigo. Pero déjame arreglar todo y te digo luego ¿Si?
—Sí papá, está bien —respondí, emocionado.
—Me gustaría acompañarlos pero tengo cosas qué hacer y tú hermana ahora tiene clases de baile los fines de semana y no puede faltar —dijo mi mamá—. Puedes ir con tu papá como te dije, pero lo obedeces en todo lo que te diga.
—Claro mamá.
—Ya será otro día, pero me gustaría volver a ver a tu amiga Sofy, me agradó mucho desde que me la presentaste en las vacaciones. Pero ahora te dejamos para que duermas. Buenas noches —me abrazó y me dió un beso.
—Si hijo, pero duerme temprano, nada de andar jugando videojuegos o ver televisión —dijo mi papá, levantándose de la cama junto a mi mamá.
—No papá, estoy algo cansado de tanto correr en la mañana por lo que pasó con mis primos.
Mis papás salieron de mi cuarto.
Al saber que ya no estaba castigado me sentía feliz, ya que podré ir a visitar a Sofy y le diría a los chicos que vinieran para poder contarles todo, ya que ellos se quedaron preocupados.
ESTÁS LEYENDO
Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)
Teen FictionAcompaña a Emi, un chico preadolescente en esta historia llena de emociones y aventuras junto a sus dos nuevos mejores amigos, mientras hacen lo que más les gusta; divertirse. En cada aventura aprenderán lecciones sobre la amistad, la responsabilida...