24. ¡Vacaciones!

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Pasaron varios días, Yael ya estaba recuperado de su brazo y de lo ocurrido aquel día con Daniel.
En la escuela todo ha estado tranquilo. Me imagino que habrán hablado con él y por eso no nos a molestado de nuevo.
Por el momento la situación se había calmado.

Llegaron las vacaciones ¡Al fin! Estaba muy ansioso por saber a dónde iría está vez de viaje.

El primer día estaba en la mesa desayunando con mi familia.

—Hijo, estaba hablando con papá y está vez iremos de vacaciones a Cancún —dijo mi mamá con felicidad.

—¡La playa! ¡Si! —exclamé entusiasmado.

—Eso no es todo, hablamos con los papás de Nath y Yael y también ellos irán con nosotros.

—¿De verdad? —miré a mis papás con una sonrisa. Porqué quería pasar las vacaciones con los chicos y en la playa mejor aún, así tendré con quién jugar.

—Si, es que en el hotel en el que trabajará papá nos dieron un paquete de promoción para varias personas y pensamos en ellos porque sabíamos que querías pasar tiempo con tus amigos.

—¡Si mamá es una gran noticia! —el trabajo de mi papá era genial, porque le daban muchas cosas geniales como esas promociones en lugares para vacaciones.

—Sólo qué nosotros nos iremos tres días antes que ellos porque papá necesita ver unos asuntos allá —continuó mi mamá—. Ellos después nos alcanzan, también tienen algunas cosas personales que hacer.

—Está bien —respondí algo desanimado pero a la ves feliz porque estaríamos todas las vacaciones allá y por tres días no habría problema, quedarían más días para divertirme con los chicos.

Esa noche preparamos nuestro equipaje y nuestras cosas.

Al día siguiente fuimos al aeropuerto para irnos a Cancún, fué un largo viaje pero al cabo de unas horas llegamos.
Nos registramos en el hotel y de ahí nos fuimos a nuestra habitación.

—Emi, hijo, si quieres ir a algún lado me avisas ¿si? para que te acompañe —dijo mi mamá desempacando las cosas.

—No te preocupes, gracias mamá. ¿Puedo ir a dar una vuela mientras acomodas todo?

—Esta bien, pero no te alejes tanto, no no te vayas a perder.

—Si mamá —respondí mientras salía del cuarto.

Paseaba por el hotel viendo que tanto había, era un lindo lugar, las habitaciones tenían vista al mar y a la piscina que hay dentro el hotel.

Había varios restaurantes y zona de juegos. No aguantaba las ganas de que ya lleguen los chicos para que pueda jugar con ellos.

Era un lugar enorme, tenia razón mi mamá en que debería tener cuidado a dónde vaya, porqué hay tantas cosas que enserio me podría perder.

Mejor regresé al cuarto ya en la noche salimos con mis papás a comer.
Mi mamá me encargo de que llevará a mi hermanita a los juegos.

Tomé de la mano a mi hermanita y la llevé a ese lugar, veía que se subiera en cada juego. Para mí buena suerte en ese mismo edificio había una zona de videojuegos. ¡Genial! Eso sí me agradaba. Pero tenía que esperar a que regresara mi mamá para que se encargara de mi hermanita.

Regresé a la habitación y mi mamá ya estaba allá.

—Mamá en donde llevé a Ximena hay una zona de videojuegos, ¿Puedo ir? —pregunté con una sonrisa esperando a que mi mamá acceda a darme el permiso.

—¡Esta bien Emi! Ve. Ya viste que tú hermana se divierta ahora es tu turno. Solo cuídate y no tardes.

—¡Si! —exclamé de la emoción. Tomé mi mochila pequeña y salí de la habitación.

Fuí rápidamente a la zona de videojuegos y me puse a jugar un rato.

Estuve probando cada juego, ví mi reloj y me di cuenta que ya eran más de las 7 y recordé que debía ir con mi mamá o de lo contrario se enojaría por llegar tarde.

Antes de irme pasé por una bebida a la zona de dulcería del lugar cuando en una parte del salón escuché a varias personas gritando.

¿Qué será?, me asomé por la puerta de otra sala de juegos a la que no había entrado y había muchas personas viendo un partido de algún juego.

Me llamó la atención y me acerqué más pero era tanta gente que no pude ver nada así que mejor me di la vuelta para regresar al cuarto. De repente otra vez gritaron. Creo que la persona que jugaba habrá ganado. De nuevo captó mi atención así que regresé y está vez estaba dispuesto a ver qué era a como de lugar.

Regresando al lugar ví que la gente se estaba quitando. Al parecer ya había terminado todo.

—¡Ella es genial! Ya quisiera jugar así —escuché a alguien decir de entre la gente que salía del lugar.

¿Ella? Osea… ¿Una mujer estaba jugando? ¡Qué interesante! Me acerqué más y de entre la gente ví a alguien levantando unas cosas del juego en el que estaba jugando.

Me acerqué a la máquina de juegos a preguntar si sabía que había pasado hace un rato y una enorme sorpresa fué la que me llevé.

—¡No puede ser! ¡Eres tú! —exclamé soltando mi bebida de la emoción derramándose en el piso.

Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora