146. Tierno Bebé

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Maty se sentaba y se ponía de pie a cada rato en qué Yael lo tenía abrazado. Se empezaba a desesperar.

—Dámelo, creo que ya tiene sueño —le sugerí a Yael antes que Maty se desespere más.

—Puede ser… —Yael lo miraba y lo acomodaba en sus piernas tratando que se calme.

—Sí, porqué ya debió de haber dormido… pero por el ruido de la película no duerme.

Yael estaba por darme a Maty cuando comenzó a sollozar. Yael lo abrazó nuevamente.

—Emi, tu primo va empezar a llorar… no nos va a dejar ver la película —dijo Nath con tono de preocupación.

—Lo sé, dámelo Yael antes de que grite y de verdad no nos deje ver la película.

—¿Puedo llevármelo conmigo al cuarto a ver caricaturas? —preguntó dando un breve bostezo.

—Hmm… Si quieres pero, ¿no vas a terminar de ver la película con nosotros?

—Sí, luego vengo y vemos otra ya tranquilos. Por eso lo llevaré dónde no hay ruido, ahí si va a dormir.

—Bueno, eso sí. Es una buena idea.

—No es cierto —dijo Nath frunciendo el entrecejo—. Solo no quiere seguír viendo la película porqué tiene miedo.

—¡Claro que no! —replicó Yael con un gesto de disgusto—. Ya te dije que no me da miedo. Solo lo llevaré para que se calme.

—Si tú lo dices.

—Yael, si ves que no se duerme o te da problemas lo traes otra vez. Mi mamá ya está por venir por él después de que termine con lo de la cocina.

—Está bien, regreso cuando se duerma.

Yael tomó a mi primo Maty en sus brazos y lo llevó a nuestro cuarto.

Los demás seguimos viendo la película.

Nath seguía comiendo de lo que quedaba de las frituras. 

De repente volteó a vernos y disimuladamente tomó una de las que tenían mucha salsa, él creía que nadie lo estaba viendo pero yo si me di cuenta.

—¿Nath otra vez? —le pregunté con un tono de disgusto por lo que estaba haciendo.

—¿Qué haces? —le preguntó Pau.

—Solo quería una más —explicó con la boca llena—. No voy a comer muchas, ya se me pasó lo de la enchilada.

—De verdad que eres un terco —Pau se alejó un poco de él algo disgustada por lo que hacía.

—Solo será un poco, es que ya no hay de las que no tienen salsa.

—Ya lo sabes, allá tú.

Nath comió de las frituras con mucha salsa nuevamente y como siempre por su necedad y terquedad volvió a enchilarse. 

Agarró rápidamente su vaso de agua pero estaba vacío, se lo había terminado desde hace rato.

—¿Por qué eres así Nathan? —le preguntó Pau desviando la mirada—. Ahora ya estás como hace rato.

—Pero no es tanto, en serio —respondió, resoplando.

—Te dije que te iba a pasar esto otra vez, ¿qué más quieres que haga para que me hagas caso? —se acercó a él de nuevo y se lo quedó mirando con un gesto de preocupación.

—Hmm… no sé —respondió mientras la veía tiernamente y se tocaba los labios enrojecidos por el picante—. Bueno, tal vez...

—Esperen, voy por más agua —interrumpí al ver a Nath sudando nuevamente y sufriendo. 

Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora