Yaemith entró a toda velocidad por la puerta y rápidamente se lanzó hacía mí y a Nath, saltaba feliz de un lado a otro.—¡Oh, qué buen chico! —le dije mientras nos lamía de la emoción y lo acariciaba felizmente.
—Me asustó cuando entramos, igual se lanzó hacia nosotros al vernos —comentó Yael, emocionado.
—¿Nosotros? —pregunté, confundido.
—Oye Yael, ¿crees que sea correcto entrar así a la casa de Nath en que no hay nadie? —preguntó alguien acercándose a la puerta del cuarto, al asomarse vimos que era Paula—. ¿Chicos que pasó? —preguntó, asombrada al verme a mi y a Nath.
Nath al verla se tapó rápidamente con su almohada. Estaba sorprendido y apenado de verla.
—¡Pau! —le dije apenas entró.
Se acercó rápidamente a la cama con nosotros.
—¡Nathan! —se acercó, y él se destapó la cara para verla.
—¡Pau!, ¿Qué haces aquí? —le preguntó, apenado limpiándose la cara, al ver a Pau dejó de llorar y se calmó un poco.
—¿Así es como me saludas? Después que vengo a verte por que tú al parecer ya te olvidaste de mí —le comentó, disgustada en modo de broma—. ¿Qué pasa, por qué lloras? —le preguntó al darse cuenta que Nath tenía toda la cara húmeda de lágrimas y sus ojos rojos, se acercó más y se sentó junto a él, yo me levanté y fuí con Yael para acariciar a Yaemith que estaba con nosotros.
—No, no estoy llorando —le respondió con un suspiro tembloroso—. Lo siento es que me sorprende verte aquí.
—Nath, vamos… a mí no me engañas —le dijo Pau, disgustada—. ¿Te hicieron algo? ¿Te sientes mal?
—No, estoy bien…
Pau se quedó mirando a Nath y se dió cuenta que él tenía una herida en la frente y se levantó de la cama sorprendida.
—¡Nathan, no que no! ¿Qué te pasó?... Espera un segundo —vino con nosotros que estábamos parados a un lado de la puerta hablando y acariciando a Yaemith—. ¿Chicos dónde consigo algo del botiquín? —preguntó, angustiada.
—¿Porqué, qué paso? —preguntó Yael, confundido y se acercó con Nath, al verlo se puso nervioso—. ¡Nath, estás sangrando!
—No es nada Yael, tranquilo —le respondió, sentándose en la cama y limpiandose la cara con su playera.
—Chicos, ¿dónde hay algo para ponerle a Nathan?
—Creo que en el baño hay, déjame ir por algo —sugirió Yael y fué rápidamente. Segundos después regresó con varios materiales y medicinas—. ¡Encontré todo esto!
—Muy bien, con esto es suficiente —Pau tomó las cosas y se acercó con Nathan—. Tranquilo, con esto estarás bien —Pau abrió la botella de una medicina para heridas y la puso en un poco de algodón.
—No me pongas eso, sólo arderá más —le sugirió Nath, nervioso.
—Ay, sólo es medicina…
—No, no me lo pongas —Nath se tapó la cara con su almohada y se acostó.
—¡Eso si que no, ahora te lo pondré a las buenas u obligadamente! —le dijo Pau, disgustada.
Yael y yo veíamos impresionados, se nos hacía muy curioso que Pau se preocupara por Nath de esa manera.
—Vamos Nath, no arde mucho —le comentó Yael.
—No es cierto, Yael, sabes que sí, ¿recuerdas la aquella vez cuando llorabas porqué te dolía mucho en que te lo puso tu mamá en el brazo?
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Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)
Teen FictionAcompaña a Emi, un chico preadolescente en esta historia llena de emociones y aventuras junto a sus dos nuevos mejores amigos, mientras hacen lo que más les gusta; divertirse. En cada aventura aprenderán lecciones sobre la amistad, la responsabilida...