Ahora que ya sabíamos porque Nath estaba muy nervioso e irritable, teníamos que hacer algo para hacer que se sienta mejor, pero el problema es que estábamos solo nosotros.—¡Nath, tranquilo! Te sientes mal por la fiebre —le dije mirándolo fijamente y tomándolo de los hombros—. Acuéstate en la cama.
Nath se acostó en la cama, estaba llorando y temblando.
—¡Nath dame el número de tú mamá o de tu papá para llamarle!
—Está... en mi libreta —respondió Nath, llorando y titubeando al hablar.
Fuí a buscar las cosas de Nath y revisé rápidamente las libretas pero la parte en dónde estaba apuntado el número estaba roto y manchado con bolígrafo.
—Nath, el número no se ve bien.
Miré a Nath, y sólo sacudió la cabeza. No podíamos llamar a sus papás si no tenemos su número.
—Emi… ¿Qué hacemos? No hay nadie en la casa —dijo Yael, nervioso—. ¡Y estamos lejos del doctor!
—Si, y no podemos llevarlo —respondí, mirando hacia los lados, tratando de pensar que hacer—. Espera... voy a la sala por el teléfono y así llamar a mi mamá para que venga. Quédate con Nath, en seguida regreso.
Yael asintió con la cabeza y se sentó a un lado de Nath mientras yo iba corriendo a hacer la llamada.
Llegué a la sala y marqué al número de mi mamá.
—¿Que pasó hijo? —preguntó mi mamá desde el teléfono.
—¡Ven a casa de Nath, rápido!
—¿Porqué? ¿Que pasó?
—Es que Nath tiene fiebre, no están sus papás, y él no tiene su número para llamarles, el que tenía se le borró.
—Ay, Emi, estoy yendo con tu papá a comprar una cosas fuera de la ciudad pero tranquilo, en este momento regresamos, en menos de una hora estamos allá.
—¿Tardarán tanto? ¿No puede ser antes? Es que está llorando y temblando. ¡Tengo miedo mamá! —ya estaba muy nervioso, casi a punto de llorar también.
—Tranquilo cariño, en lo que llegamos ve que se meta a bañar con agua fria para que le baje la temperatura.
—Esta bien, mamá. Gracias, vengan rápido por favor.
—Si hijo, tranquilo... Estará bien.
Colgué el teléfono y fuí rápidamente al cuarto de Nath.
—¿Que pasó Emi?¿Ya está viniendo tu mamá? —preguntó Yael al verme entrar.
—No, vendrá en una hora porque está fuera de la ciudad pero ya me dijo que hacer para que se le baje la temperatura.
—Mi mamá tampoco puede venir porqué trabaja también hoy —dijo Yael, preocupado.
—Esta bien, no te preocupes.
—¿Y qué hacemos?
—Me dijo qué debe bañarse con agua fria para que se le baje la temperatura en lo que llegan aquí.
—Es que sigue temblando, Emi. Tengo miedo —dijo Yael temblandole la voz, tenía los ojos rojos, estaba muy asustado.
—¡Vamos a tranquilizanos!... Igual yo, tengo miedo. Pero nada hacemos si nos ponemos nerviosos.
—Mi mamá me da una medicina para que se me quite la fiebre cuando me enfermo —dijo Yael levantándose de la cama.
—Tambien a mí, pero ellas saben que medicina es, no podemos darle algo sin el consentimiento de un adulto o del médico. Además igual me he bañado con agua fria, y si funciona —me acerqué a la cama—. ¡Nath, dijo mi mamá que te metas a bañar para qué se te baje la temperatura!
—No quiero Emi… me siento mal —respondió sollozando.
—Lo sé Nath, por favor, vamos. Te sentirás mejor con eso —Yael y yo le dimos la mano y lo llevamos al baño casi obligadamente.
Lo metimos al baño y cerramos la puerta. Nos quedamos esperando afuera para que se bañara. Pasó un buen rato y no escuchábamos el agua de la regadera, sólo se oía el llanto de Nath. Era obvio que no entraría a bañarse.
—Yael, ayúdame. Nath no lo hará por si solo, tenemos que obligarlo a que entré a la regadera.
El asintió con la cabeza. Abrimos la puerta del baño y efectivamente no se había metido, estaba parado llorando.
—Vamos Nath, por favor. Te sentirás mejor con eso de verdad —le dije al entrar.
—Sí, igual a mí me ha pasado y con el agua fría en poco tiempo me siento mejor —le dijo Yael.
Se nos quedó mirando, y empezó a quitarse la playera y luego el pantalón con algo de trabajo ya que estaba temblando mucho.
Sólo se quedó con su ropa interior y lo ayudamos a entrar bajo la regadera. El agua estaba fría, pero era necesario que esté así.
Él insistía en salir, estaba muy inquieto y desesperado.
—¡Dejenme chicos, quiero ir a mi cama! —dijo Nath, llorando saliendo rápidamente del baño.
—¡No! Tienes que quedarte bajo la regadera para que se te baje la fiebre —le dijo Yael, yendo rápidamente por él.
—Por favor Nath, cálmate. En un momento estarás bien —le dije sujetándolo del brazo—. Por favor, tienes que quedarte aquí —lo metimos de nuevo a la regadera y nos quedamos junto a él para evitar que salga nuevamente aunque nos mojamos también.
Minutos después se calmó un poco, ya estaba quieto. Se sentó en la bañera mientras el agua le caía encima. El seguía llorando, le toqué la frente y ya no estaba tan caliente como al principio. El agua fría estaba funcionando.
Yael y yo ya estábamos más tranquilos al ver que Nath estaba mejor, salímos por su ropa dejándolo sólo un rato.
Al regresar con él, me senté a un lado de la bañera.
Yael trató de sentarse junto a mi, pero al tratar de sujetarse en la orilla de la bañera, resbaló y cayó sentado dentro empapándose.
Nath al verlo rió por un instante. Le causó gracia lo ocurrido.
—¡Ay, está muy fria! —exclamó Yael saliendo rápidamente de la bañera, sobándose la mano—. Y además me dolió. Pero no importa, me dió más gusto verte sonreír Nath, como siempre —le dijo con una sonrisa.
Nath lo miró y luego bajó la mirada. Se veía muy triste y desanimado, nosotros estábamos muy preocupados, todos estos días ha estado actuando muy raro. Y ahora más, por esta fiebre repentina. Me preguntaba; ¿Dónde habrá ido hace rato y porqué le dió fiebre si en la mañana estaba bien cuando fuimos a la escuela?.
Después de varios minutos vimos que ya estaba más tranquilo.
—¿Ya te sientes mejor, Nath?
—Sí —respondió, sonándoze la nariz.
—Ves, te dijimos qué con eso te ibas sentir bien y no querías hacernos caso —le dijo Yael, sonriéndole.
De repente sonó el timbre y fuí corriendo hacia a la puerta y al abrir ví que era mi mamá y alguien más.
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Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)
Teen FictionAcompaña a Emi, un chico preadolescente en esta historia llena de emociones y aventuras junto a sus dos nuevos mejores amigos, mientras hacen lo que más les gusta; divertirse. En cada aventura aprenderán lecciones sobre la amistad, la responsabilida...