Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)

77. Una Visita Sorpresa

Me quedé parado en la puerta, sorprendido totalmente al ver que era Ivanna, la amiga de Sofy. Venía con alguien, al parecer era su papá.

—¿Quién es, hijo? —preguntó mi mamá.

—¡Es Ivanna, mamá. Vengan!

Mi papá se asomó por la puerta de la cocina y al darse cuenta quién era vino rápidamente hacía acá.

—¡Qué grata sorpresa, pasen! —sugirió mi papá, emocionado.

—Hola Emi, me da gusto verte de nuevo —dijo Ivanna al entrar, dándome un abrazo.

—Sí igual a mí, me da mucho gusto verte... ¿Cómo es que veniste hasta acá?

—Es qué mi papá le trajo un encargo de unas cosas a tu papá, se lo pidió aquella vez.

—Es cierto, me lo había comentado.

—Y le dije que me trajera con él para verlos —agregó Ivanna con una sonrisa.

Llegamos a la sala.

—Ivanna, él es Nathan, mi amigo que no pudo ir con nosotros cuando fuimos a casa de Sofy.

Nath se levantó del sillón y vino a nosotros.

—¡Hola! —saludó Nath.

—Hola Nathan —respondió Ivanna.

—Nath, ella es quién te dijimos que le gusta coleccionar cosas de súper héroes. 

—Ah, si. La súper amiga de Yael —soltó una ligera carcajada.

—Por cierto, ¿dónde está Yael, Emi? —preguntó Ivanna, emocionada.

—Está en su casa, al rato viene.

—¡Qué bien, ya quiero verlo también! Espero venga antes de irme. Sólo venimos por lo de tu papá.

—Si no, lo vamos a ver a su casa, está aquí cerca. Él se pondrá muy feliz de verte.

Pasamos un rato hablando, estaba muy feliz de ver a Ivanna. Nath platicaba con ella. 

—Yo igual tengo varías cosas de superhéroes, como Yael —le comentó Nath.

—Oh, genial Nath. Los chicos me dijeron que también te gusta todo eso —respondió Ivanna—. Cuando sea la fiesta de Sofy y vayan te muestro todo lo que tengo en mi cuarto.

—Sí, me dijo Yael lo que les mostraste tus cómics…—Nath se quedó pensativo un instante—. Espera… ¿Que fiesta? —preguntó, confundido y mirándome. Me cayó el veinte y recordé que olvidé darle la invitación que me dió Sofy para que le diera a Nath.

—La de Sofy, es su cumpleaños en unos días —le respondió Ivanna, confundida—. ¿No te dió la invitación Emi?

—Lo siento —le respondí con finjida sonrisa y una ligera carcajada—. Lo olvidé, hemos estado en otras cosas que no lo había recordado. Al rato se la doy, está guardada.

—Esta bien, para que le diga a mis papás —dijo Nath.

—Me lo recuerdas más al rato.

—Ivanna, yo igual colecciono cómics como Yael, si gustas te puedo mostrar los míos —le sugirió Nath, mientras la miraba atentamente con una sonrisa.

—Qué bien, yo tengo varios más por eso espero a Yael. Él dijo que tenía algo para mí… espero no tarde, ya quiero verlo de nuevo.

—Pero yo tengo varios números como él, te puedo cambiar algunos que no tengas —le dijo Nath sonriéndole.

—Gracias, es que ya tengo la mayor parte completa solo uno me falta y Yael me dijo que él lo tiene —le respondió Ivanna, a Nath le cambió la sonrisa al escuchar eso. Se quedó callado y no volvió a insistir.

Mis papas platicaban con el papá de Ivanna. Era casi la hora del almuerzo y había que ir a comprar una cosas. 

Ivanna se fué con su papá y los míos a comprar.

Yo quería ir con ellos pero aún no había terminado mis tareas y mi mamá no quiso que los acompañará si no las terminaba. 

Nath quiso quedarse conmigo.

Unos minutos después llegó Yael a la casa, cuando entró no pude resistir a decirle que había una sorpresa para él, pues Ivanna había venido de visita y estaba ansiosa de verlo.

—Yael qué bueno que veniste ahora.

—Es que ya terminé de hacer mis tareas y me dejaron venir —respondió, confundido—. ¿Porqué?

—¡Es que no creerás quién vino! —le respondí, ansioso—. ¡Ivanna!

—¿Qué? ¿De verdad? —preguntó, emocionado—. ¿Dónde está? —miraba a todos lados alrededor.

—Sí, sólo que ahora fueron a comprar, en un rato regresan.

—¡Súper! —exclamó feliz—. Y no he tenido tiempo de buscar el cómic que le voy a dar.

—Sí, ya me dijo que de verdad tiene muchas cosas de súper héroes —le dijo Nath.

—¡Ves! Tú no nos creías.

—Yo queria mostrarle mis cómics pero que ya tiene todos, sólo le faltaba el qué dices y además solo pregunta por tí a cada rato —le dijo Nath, pero su forma de decirlo sonaba muy extraña, denotaba algo de disgusto. Me imagino porqué varias veces él intentó hablarle de sus cosas a Ivanna pero ella no le tomaba mucha atención. 

Nos quedamos pláticando en la cocina mientras comíamos galletas con leche que había comprado mi mamá en lo que ellos regresaban.

Así estábamos por un rato.

Nath accidentalmente al trata de agarrar su vaso de leche se le resbaló de la mano y cayó encima de la mesa mojandonos a Yael y a mí. Nos levantamos rápidamente de las sillas. A mí solo me logró salpicar un poco, pero a Yael si logró mojarlo más.

—¡Nath, ya me bañaste con esto! —exclamó Yael, disgustado mientras se limpiaba la playera y el pantalón.

—Ay, fué un accidente —le respondió Nath.

—Es que no ves como agarras las cosas.

—Hmm —gruñó Nath—.¡Ya, no es para tanto!

—Es que iré con Jelly más en la tarde cuando me quite de aquí y ya no iba a pasar a mi casa.

—Yael, si no quieres ir a cambiarte a tu casa vamos a mí cuarto te doy ropa para que te cambies —le sugerí mientras levantaba el vaso y limpiaba la mesa.

—Gracias Emi, es que ésta es mi playera favorita y quería llevarla.

—Yo voy a tu cuarto, Emi —dijo Nath levantándose de la silla.

—Esta bien Nath… y tú Yael en el baño hay una secadora de cabello, anda y úsala para secar tu ropa —Nath se fué a mi cuarto, se notaba algo disgustado. Mientras Yael se volvió a sentar en la mesa.

—Esta bien, Emi. Gracias. En un momento voy. 

Un rato después de que Yael terminó sus galletas y su vaso de leche subió al baño y me quedé a limpiar el piso. 

En ese momento llegaron mis papás con Ivanna y su papá.

—Ya llegamos hijo —dijo mi mamá al entrar—. ¿Que haces? 

—Limpiando, es que se derramó algo en el piso. Y por cierto, ya llegó Yael, mamá.

—Está bien, hijo.

—¿En serio? ¿Donde está? —preguntó Ivanna, emocionada.

—En el baño, pero vamos a esperarlo en mi cuarto si gustas, ahí está Nath también —le sugerí mientras dejaba a un lado el trapo de limpiar, y después ambos nos fuímos hacía allá.

Subíamos las escaleras y cuando llegamos al pasillo hacía mi cuarto vimos que Nath estaba entrando sigilosamente con algo en la mano de una manera muy extraña y sospechosa.