72. ¿Qué Estás Haciendo Ahora?

288 22 36
                                    


Al día siguiente, era la hora de irme a la escuela; como siempre me levanté desde temprano para bañarme, y vestirme. Mi papá me llevó en el carro antes de irse a su trabajo. Llegué a tiempo como cada día.

Ya en una de las clases durante una de las tareas en equipo estaba platicando con Mario, uno de mis amigos del salón.

—Emí, aprovechando que la maestra nos deja pláticar mientras hacemos el trabajo, quiera preguntarte; ¿qué pasó con Nath?.

—¿Nath? —pregunté, confundido.

—Sí, tu amigo con él que siempre andas.

—Si… pero que ¿A qué te refieres?

—Es que el viernes que salimos de la escuela lo vimos sentado en la fuente que está en el parque, estaba empapado y creo que estaba llorando.

—Pues está bien, ese día lo vimos después en su casa... pero no sabíamos que del parque se quitó.

—Es que después de la escuela iba pasando con Julio y lo vimos ahí, pero del otro lado estaban otros chicos yéndose, creo que estaban con él —agregó Mario, con una expresión de extrañeza en su rostro—. Pero lo raro es que con ustedes va a su casa, y ese día estaba sólo.

—Bueno, ese día él salió antes que nosotros. Pero gracias por decirme, al rato le preguntaré.

—De nada, Emi. 

Seguimos platicando de otras cosas, pero me dejó con aquella duda, desde que lo vimos el viernes y lo dejamos en su casa en que viajamos no le volvimos a insistir sobre el tema. Tal vez ahora que ya pasó podremos hablar con él, puede ser que esté pasando por algo y no nos lo dice ni a nosostros sus amigos, ni a sus papás.

Timbraron para salir al recreo y fuí a sentarme en las bancas donde siempre comemos con los chicos.

Llegó Yael con su comida y luego de un rato salió Nath quién vino rápidamente con nosotros.

—Hola chicos —saludó Nath totalmente afónico, ronco, tanto que apenas hablaba y se entendía, al parecer aún estaba mal de la garganta—. ¡No pasaron por mi en la mañana, pensé que no vendrían a clases! —se sentó con nosotros.

—Aún te duele la garganta ¿Verdad? —le preguntó Yael.

—Sí, dice mi mamá y el doctor que es por la infección pero ya con medicina se pasará —repondió tosiendo, apenas entendimos lo que dijo.

—Qué mal, Nath. Pensé que ya estabas mejor.

—Ya me siento bien, sólo casi no puedo hablar —sonrió.

—Pues se nota —dijo Yael con una ligera carcajada.

Desayunamos. Yael y yo estuvimos hablando de otras cosas sobre la escuela en ese momento, tratamos de no hacer hablar tanto a Nath porque escucharlo así era algo desesperante y sentíamos que mientras más hacia el esfuerzo de hablar más tosía. Pasó la hora del recreo y regresamos a nuestros salones.

Ya más tarde al fin llegó la hora de la salida y nos avisaron por la maestra que le digamos a nuestros papás que al día siguiente sería la entrega de calificaciones. Timbraron y salí hacía la puerta de la escuela a la espera de los chicos.

Cuando llegaron los dos fuimos camino a nuestras casas.

Llegamos a la casa de Nath.

—Chicos vengan al rato para jugar y platicar —sugirió Nath antes de entrar a su casa—. Hay algo que tengo que decirles.

—Sí, está bien. Iré a comer y a cambiarme de ropa, luego vengo —le respondí con una sonrisa—. Y traigo algo para veas.

—Me pasas a ver, Emi —dijo Yael—. Igual iré a comer y a pedir permiso.

Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora