Íbamos camino a mí casa, los chicos estaban extrañamente muy callados. Nath aún se veía enojado por los regaños que se había llevado por lo de sus calificaciones y de que su mamá tampoco le haya concedido el permiso para que él tenga una mascota, y más aún por qué al parecer lo castigarán por eso.—¿Todo bien? —les pregunté al verlos tan callados.
—Sí, yo sí —respondió Yael mientras caminábanos.
—¿Y tú Nath?
—Sí, Emi… estoy bien —respondió tosiendo. Sin embargo la expresión de su cara denotaba tristeza, enojo y todo lo contrario a lo que él decía.
Llegamos a mi casa y nos fuímos a mi cuarto.
Nath apenas cruzó la puerta se tiró en la cama mirando hacía el techo.
—Ya Nath, sé cómo te sientes. Nosotros igual queríamos un perrito pero no podemos con tanta responsabilidad.
—Sí, fué lo primero que me dijeron también a mí —agregó Yael.
—¡Pero es que no es justo, ya me habían dicho que sí! —exclamó Nath, enojado golpeando la cama.
—Pero tu mamá se enojó porqué sacaste malas notas en la escuela esta vez —le dijo Yael yendo a sentarse a su lado en la cama.
—No sé en qué materias salí mal —respondió Nath, sentándose en la cama—. No he visto mi boleta de calificaciones.
—Tú deberías saberlo. Has estado muy distraído de un tiempo para acá...
—Pero Emi, yo he estado cumpliendo con mis tareas como siempre.
—Por alguna razón te habrán puesto esas calificaciones, espera que te lo diga tu mamá. A menos que tú sepas algo que no nos quieras decir —insinué con el propósito de que nos diga algo sobre lo que le ha estado pasando.
—Hmm… pero me castigarán —gruño—. Además si mi papá ve mis calificaciones y si de verdad estoy mal me irá como en feria —se acostó de nuevo en la cama mirando hacía el techo.
—Emi… ¿En qué te íbamos ayudar? —preguntó Yael—. ¿O sólo lo dijiste para salir de la casa de Nath para no ver qué lo regañen?
—En parte si —solté una ligera carcajada—. Pero si, tengo algo que hacer… es que estaba buscando unas cosas ayer y ví que mi baúl de cosas estaba repleto y se me ocurrió la idea de sacar las cosas que ya no me sirven, y regalarlas a un lugar donde las necesiten.
—Buena idea, igual yo tengo muchas cosas que me gustaría regalar —comentó Yael—. La otra vez no logré sacar todo y sólo regalé unas cosas nada más.
—¿Y tú Nath?... Así los tres podemos juntarlas y llevarlas.
—Creo que igual, sólo que me da flojera buscarlas.
—Por eso les dije que vinieran a ayudarme, así les muestro que tanto hay y si quieren algo de lo que voy a seleccionar se lo pueden quedar.
—¿En serio? ¡Oh, gracias! —exclamó Yael.
Me acerqué al baúl, lo abrí, y me senté en el piso para empezar a sacar las cosas. Juguetes, revistas, libros, discos, películas y más habían ahí. Yael estaba a mi lado sentado, viendo y sacando junto conmigo las cosas. Nath seguía acostado solo mirando desde la cama, aún seguía desanimado.
—¡Wow! —exclamó Yael, emocionado al sacar una figura del Capitán América que me habían regalado cuando era pequeño y ha estado ahí desde entonces—. ¿Este lo vas a regalar? —preguntó, ansioso.
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Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)
Teen FictionAcompaña a Emi, un chico preadolescente en esta historia llena de emociones y aventuras junto a sus dos nuevos mejores amigos, mientras hacen lo que más les gusta; divertirse. En cada aventura aprenderán lecciones sobre la amistad, la responsabilida...