A la mañana siguiente en la escuela, durante las clases pedí permiso para ir al baño. Salí del salón y casi llegando allá escuché desde la puerta a alguien hablando, me sonaba muy conocida la voz.—¡Asi que ya lo sabes, no digas que no te advertí Nathan! —murmuró alguien dentro.
Al escuchar mencionar a Nath supe que no podía ser alguien más que el único Nathan que conozco así que entré rápidamente.
Al entrar ví que Daniel tenía contra la pared a Nath quién estaba asustado.
—¿Qué está pasando? —pregunté, confundido. En ese momento Daniel se alejó de Nath.
—Nada que pueda importarte —respondió Daniel, me miró fijamente y salió del baño.
—¿Nathan estás bien? ¿Te hizo algo? —le pregunté, preocupado.
—No, Emi. Estoy bien —Nath suspiró—. Solo estaba hablando con él.
—¿Hablando? Si no parecía que sólo estén hablando…
—Estoy bien, ya tengo que irme a mi salón —reiteró Nath.
—Hmm… está bien, te veo más al rato. Por favor si te están molestando otra vez dímelo.
—Gracias Emi —Nath salió del baño, nervioso y sin decirme más.
Entré al baño luego regresé a mi salón, ya unas horas más tarde llegó la hora del recreo.
Esperaba a los chicos sentado dónde siempre desayunamos. Llegó Yael y al acercarse me di cuenta que tenía los ojos enrojecidos, algo le habrá pasado.
—¿Todo bien? —le pregunté al acercarse.
—Algo Emi, Adam en toda la mañana no me ha dejado de molestar —respondió con la voz temblorosa.
—¡Ah!, Ya estoy harto de que no les dejen de molestar —me levanté rápidamente—. Ahora vengo, a ver si conmigo se vuelve a meter —le comenté.
—No por favor, no quiero que te haga algo, mejor déjalo así.
—No Yael, sabes que no me gusta que les molesten ni les hagan daño.
—Es que no es para tanto, no quiero que te metas en problemas por mi culpa —reiteró Yael, nervioso.
Justamente en ese instante Adam llegó detrás de Yael.
—¡Me veniste a acusar con tu amiguito! ¿Te va defender? —preguntó Adam sarcásticamente riendose—. ¡Va a salvarte otra vez niñita llorona!
—¡Ya estuvo bueno también contigo Adam, y si, yo defiendo a mi amigo! —le respondí, enojado.
—Pero ayer no pudiste, menos con Ricky…
—Si, pero ahorita él no está y ya viste lo que puedo hacerte…
—¡No me amenaces! —se acercó a mi.
—¡Dejanos tranquilos! —me quedé mirándolo fijamente, muy enojado.
—Por está vez tienes suerte, nenita —le dijo a Yael, se dió la vuelta y sin decir más se fue hasta el otro lado cerca de su salón.
Al ver que se alejó nos sentamos nuevamente para comer, ya estábamos más tranquilos. Pasaron los minutos sin señales de Nath, estábamos preocupados y después de desayunar pasamos a su salón y ahí lo encontramos sentado, solo a él de todos sus compañeros.
Nos acercamos a la puerta para tratar de preguntarle por qué no había salido al recreo. Sin embargo al tratar de hacerle señas la maestra nos vió, se levantó de su escritorio y vino hacía nosotros, Nath igual se dió cuenta que estábamos en la puerta al ver a su maestra salir.
ESTÁS LEYENDO
Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)
Teen FictionAcompaña a Emi, un chico preadolescente en esta historia llena de emociones y aventuras junto a sus dos nuevos mejores amigos, mientras hacen lo que más les gusta; divertirse. En cada aventura aprenderán lecciones sobre la amistad, la responsabilida...