Pasamos un buen rato en casa de Daniel, ya se estaba haciendo tarde y era momento de regresar a nuestras casas.—Me alegra que estés bien, Daniel —le dijo Nath, con una sonrisa—. Ya tengo que irme porque iré con mi mamá a ver unas cosas.
—Gracias Nathan, en serio, por la visita y por su compañía también, chicos —nos dijo Daniel, sonriendo—. Quién diría que después de todo esto serían buenos conmigo, aunque les hacía daño a veces.
—Lo mismo digo —reiteró Adam—. Si no puedes con el enemigo, únete a él —soltó una carcajada—. No es cierto, es broma pero si me alegra que después de todo sigan con nosotros.
—Chicos, no se preocupen. Los más felices somos nosotros —les respondí, Nath y Yael asintieron con la cabeza y con una sonrisa—. Más porqué se hayan dado cuenta que estaban haciendo mal, nos encantaría que sean nuestros amigos también, sería genial salir un día a jugar fútbol juntos o algo… ¿Qué opinan? —pregunté, emocionado.
—¿En serio nos dejarían jugar con ustedes y serían nuestros amigos? —preguntó Adam, asombrado mirando a Daniel.
—Claro, ¿por qué no? Sería increíble tener más amigos —respondió Yael, emocionado con una enorme sonrisa.
—Gracias Yael, claro que sí quiero ser tu amigo —le dijo Adam, emocionado.
—Es cierto, podemos armar un partido entre nosotros… bueno, cuando estés bien de tu pierna —le comentó Nath, emocionado a Daniel.
—Muchas gracias, en serio son geniales. Nos encantaría —le respondió Daniel, con una sonrisa. Adam asintió con la cabeza, muy feliz.
Terminamos de platicar, salimos del cuarto y nos encontramos a Paula en la sala junto a su mamá.
—¿Ya se van, chicos? —preguntó la señora.
—Si, muchas gracias por las botanas y las bebidas —le respondí.
—De nada, cuando quieran pueden venir, me alegra que ahora sea distinto todo entre Daniel y ustedes —nos dijo la señora con una sonrisa.
—Claro, muchas gracias —le dijo Yael.
Nos acompañó a la puerta y ahí salió Pau también, luego la señora entró a su casa.
—Nath, ¿cuando vienes de nuevo? —le preguntó, Paula.
—Hmm… no sé —respondió Nath, nervioso mirándonos a Yael y a mí.
—Oh… bueno, nos vemos Pau. Un gusto verte —le dije con finjida sonrisa, ella sonrió—. Vamos Yael, hay que adelantarnos —le sugerí disimuladamente sin separar los dientes, lo tomé de la mano y lo llevé conmigo caminando.
—¿Qué?, Pero… ¿Y Nath? —preguntó, confundido mientras lo llevaba unos metros lejos de la casa de Paula—. Ahorita nos alcanza.
—Oh, ya entendí —Yael soltó una ligera carcajada.
Luego de unos minutos Nath nos alcanzó en el camino.
—Chicos, nos vemos mañana en la escuela. Quería ir a tu casa hoy Emi pero mi mamá me llevará con el psicólogo y estoy algo nervioso —comentó Nath, mientras caminábamos.
—Tranquilo, todo estará bien. Ya verás —le respondí con una sonrisa—. Te vemos mañana —llegamos a la esquina, Nath se fue a su casa y nosotros a la nuestra.
Al día siguiente después de las clases a la hora del recreo, estaba platicando con los chicos.
—¿Cómo te fue ayer con el psicólogo? —le pregunté, estaba ansioso por saber cómo estaba y como había sido su primera visita ahí.
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Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)
Teen FictionAcompaña a Emi, un chico preadolescente en esta historia llena de emociones y aventuras junto a sus dos nuevos mejores amigos, mientras hacen lo que más les gusta; divertirse. En cada aventura aprenderán lecciones sobre la amistad, la responsabilida...