Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)

150. ¿No Que Muy Valiente?

Nath se alejó lentamente de la ventana sin despegar la mirada de ella.

—¿Qué ves? —le preguntó Yael—. ¿Qué hay ahí?

—Nada Yael —respondí desviando la mirada pues suponía que sólo estaba mintiendo—. Son solo inventos suyos como siempre.

—¡Chicos! ¡Ahí hay algo! —señaló con temor afuera de la casa—. ¡No lo estoy inventando!

—Pues si, están los árboles y demás —expliqué con sarcasmo y solté una ligera carcajada.

—¡Vamos Emi, no es gracioso!

—Está bien, veamos... —pegué la cara al vidrio de la ventana para ver qué era—. ¡Ahí no hay nada! —afirmé con el entrecejo fruncido.

—Yo tampoco veo nada —añadió Yael mirando aténtamente.

—¡Sí, si hay algo, no es broma, chicos! —Nath se dirigió a la cama y se sentó algo atemorizado—. ¡Es un zombie, lo ví pasar por ahí!

—Ya te estaba creyendo tus primeras tres palabras —le dije sacudiendo levemente la cabeza—. Pero sales con lo mismo.

—Yo mejor me voy a acostar —dijo Yael con tono de preocupación dirigiéndose a su cama.

Se acostó y se tapo la cara con la almohada.

—Ya no sé que decirles, chicos... parecen niños pequeños —dí un leve suspiro—, ni mi primo se asusta con esas cosas y eso que él tiene la mitad de edad que nosotros, vieron lo valiente que fue durante la película.

—Ustedes no me creen nada —Nath esbozó un gesto de disgusto.

—Pero es que tú sales con cosas como zombies, vampiros y eso no existe.

Sonó un trueno y comenzó a llover.

—¡Chicos! —exclamó Yael con temor tapándose los oídos.

—Ves, en cambio esto si es real —señalé algo asustado—. Por lo otro enserio ya no volvamos a ver películas de terror. 

Yael se destapó los oídos y se sentó en la cama.

—¡Tengo mucho miedo! —reiteró mientras se limpiaba los ojos con su pijama.

—Tranquilo, estás a salvo aquí dentro.

—Además, me asusta que haya algo ahí afuera como dice Nath —añadió mirando nuevamente a la ventana.

—Ya chicos, mejor vamos a intentar dormir. Ya es muy tarde y no hemos dormido, si alguien nos escucha me regañarán por desvelarnos.

—Yo no quiero dormir, tengo miedo de que entre lo que vió Nath —insistió Yael, preocupado.

—No le hagas caso, está cerrada la ventana.

—Ahora que lo pienso, es mejor que esté todo cerrado —afirmó Nath, convencido—. Como dice Yael, que tal que entra eso que está afuera.

—Por cierto, ahora que me doy cuenta, ¿no que muy valiente? —le pregunté frunciendo el entrecejo—. Ya ves como eres de fanfarrón… ahora hasta tu te asustas con tus propias ocurrencias. Si te ve Pau no sé qué diría al ver a su guerrero valiente asustado por haber visto una película.

—¡Claro que no tengo miedo! —replicó frunciendo el ceño.

—¿Ah no? ¿Entonces?

—Pues no, no tengo miedo… Y tú Yael, tampoco tengas miedo que si algo entra yo los voy a defender a los dos —se subió a la cama e hizo una pose de macho.