95. El Inicio De La Verdad

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Cuando aquél chico se acercó a nosotros, Nath se quedó totalmente perplejo y rápidamente comenzó a temblar. Me quedé mirándolo muy preocupado.

—¿Qué está pasando aquí? —le preguntó aquél chico a Daniel y a Adam.

—Ésto se pondrá bueno —comentó Adam, mirándonos con una sonrisa malévola.

—¿Qué pasa aquí? ¿Algún problema? —preguntó nuevamente y volteó la mirada directamente a Nath acercándose a él.

—¡No, no, no hay ninguno! —le respondió Nath, temblando negando desesperadamente con la cabeza.

—¿Nath, lo conoces? —le preguntó Yael, confundido. Nathan lo miró pero no le contestó, estaba temblando del miedo por alguna razón.

—Oh, veo que ahora traes a tus amiguitos contigo —comentó aquél chico, nos miraba de una manera extraña a Yael y a mí.

—¿Conoces a Nath? —le pregunté.

—¡Oh, eso sí es terrible! —exclamó de una manera sarcástica dándonos la espalda—. ¿Osea que no has tenido la amabilidad de contarles sobre mi, Nathan? —se volteó y se acercó hacia él.

—¡Por favor no, ahora no! —le respondió Nath, aterrado.

—Pues… ¡Qué mal de tu parte! —aquél chico tomó a Nathan de su playera y lo levanto del piso bruscamente pegándolo a la pared del callejón. Yael y yo nos sorprendimos muchísimo.

—¡Oye! ¿Que haces? ¡Suéltalo! —exclamé acercándome con él y sujetándolo del brazo para que dejara a Nath—. ¿Qué te pasa?

—Bueno, si eso quieres con gusto —soltó a Nath haciéndolo caer sentando al piso totalmente asustado. Yael y yo nos acercamos con él para ayudarlo a levantarse.

—¿Quién eres y cuál es tu problema? —le pregunté a aquél chico, muy enojado. Me acerqué a él sin el más mínimo temor, me puso muy furioso por lo que le hizo a Nath—. No te metas con Nath o…

—Oh, déjame adivinar… —interrumpió—. ¿Tú lo vas a defender? —él, Adam y Daniel soltaron una carcajada. 

—¡Sí, es mi amigo y no voy a dejar que le haga daño! —respondí, furioso.

—¡No nos hagas reír! —se acercó a mí y me tomó de la ropa igual—. ¡No me desafies, yo no me ando con jueguitos de niños pequeños!.

—¡Oye, déjame! —le sugerí, me tenía sujetado muy fuerte y estaba lastimándome. 

—¡Te dije que te iría peor, Emi! —comentó Adam, riéndose.

—¡Tú, te callas! —le respondió aquel chico de una manera muy agresiva.

—Sí, lo siento —Adam agachó la cabeza y se fué a donde estaba Daniel.

—¡Ahora tú, no me molestes que muy felices por ustedes no lo estoy! —me comentó aquél chico sujetándome de la ropa.

—Si no te estamos molestando no sé porqué tú nos estás molestando a nosotros —me quedé mirándolo fijamente.

—¡No sé, puede ser por muchas cosas! 

—¡Ya suéltame! —sujeté su mano para que me dejara pero apenas y podía moverme, él sólo apretada con más fuerza y apenas me dejaba hablar. 

—¡Déjalo Ricky, por favor! —le sugirió Nath, asustado, estaba a un lado parado mirando. Aquél chico lo miró y luego me devolvió la mirada.

—Ví lo que le hiciste al inútil de Adam, por suerte hoy estoy de buenas y no te haré lo mismo —comentó aquél chico quién al parecer se llamaba Ricky. Me soltó de la ropa, me dejó algo asustado por la manera en que me tenía sujetado.

Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora